.
Portada del sitio > 28) Período (01SEP AL 31DIC 1824) Correspondencia Oficial > DOCUMENTO 9768. CARTA DEL LIBERTADOR PARA EL GENERAL DE DIVI­SIÓN ANTONIO (...)

DOCUMENTO 9768. CARTA DEL LIBERTADOR PARA EL GENERAL DE DIVI­SIÓN ANTONIO JOSÉ DE SUCRE, FECHADA EN HUAMANGA EL 4 DE SEPTIEMBRE DE 1824, A TRAVÉS DE LA CUAL LE EXPRESA CIERTOS ARGUMENTOS, CONSIDERADOS JUSTIFICATIVOS, DE UNA COMISIÓN DADA A SUCRE DESPUÉS DE LA BATALLA DE JUNÍN.*

Huamanga, 4 de septiembre de 1824.

Al Señor General Antonio José de Sucre.

Mí querido general:

Contesto la carta que ha traído Escalona, con una expresión de Rousseau cuando el amante de Julia se quejaba de ultrajes que le hacía por el dinero que ésta le mandaba: "ésta es la sola cosa que Ud. ha hecho en su vida sin ta­lento". Creo que a Ud. le ha faltado completamente el juicio cuando Ud. ha pensado que yo he podido ofenderle. Estoy lleno de dolor por el dolor de Ud., pero no tengo el menor sentimiento por haberle ofendido. La comisión que he dado a Ud. la quería yo llenar; pensando que Ud. la haría mejor que yo, por su inmensa actividad, se la conferí a Ud. más bien como una prueba de preferen­cia que de humillación. Ud. sabe que yo no sé mentir, y también sabe Ud. que la elevación de mi alma no se degrada jamás al fingimiento: así, debe Ud. cre­erme. Antes de ayer, sin saber nada, nada, de tal sentimiento, dije al general Santa Cruz que nos quedaríamos aquí para dirigir esa misma retaguardia, cuya conducción deshonra a Ud., y que Ud. iría adelante con el ejército hasta las inmediaciones o del Cuzco, o de Arequipa, según la dirección de los enemigos: y en todo esto, yo no veía ni veo más que el servicio, porque la gloria, el honor, el talento, la delicadeza, todo se reúne en el solo punto del triunfo de Colombia, de su ejército y la libertad de América.

Yo no tenía tan mala opinión de Ud. que pudiera persuadirme de que se ofendiese de recorrer la jurisdicción del ejército y de hacer lo que era útil.

Si Ud. quiere saber si la presencia de Ud. por retaguardia era necesaria, eche Ud. la vista sobre nuestro tesoro, sobre nuestro parque, nuestras provisio­nes, nuestros hospitales y la columna del Zulia [1]; todo desbaratado y perdido en un país enemigo, en incapacidad de existir y moverse.

¿Y cuál es la vanguardia que yo he traído? El coronel Carreño la ha con­ducido. El general Santa Cruz me ha precedido de seis días. Los enemigos no nos podían esperar ni nos esperarán en un mes. El ejército necesitaba y necesita de todo lo que Ud. ha ido a buscar, y de mucho más. Si salvar el ejército de Colombia es deshonroso, no entiendo yo ni las palabras ni las ideas. Concluyo, mi querido general, por decir a Ud. que el dolor de Ud. debe convertirse en arrepentimiento, por el mal que Ud. mismo se ha hecho en haberse dado por ofendido de lo que no debiera; y en haberme ofendido a mí con sus sentimientos.

Esas delicadezas, esas hablillas de las gentes comunes, son indignas de Ud., la gloria está en ser grande y en ser útil. Yo jamás he reparado en mise­rias, y he creído siempre que lo que no es indigno de mí tampoco lo era de Ud.

Diré a Ud., por último, que estoy tan cierto de la elección que Ud. mismo hará, entre venirse a su destino, o irse a Colombia, que no vacilo en dejar a Ud. la libertad de elegir. Si Ud. se va no corresponde Ud. a la idea que yo ten­go formada de su corazón.

Si Ud. quiere venir a ponerse a la cabeza del ejército, yo me iré atrás, y Ud. marchará adelante para que todo el mundo vea que el destino que he dado a Ud. no lo desprecio para mí. Esta es mi respuesta.

Soy de Ud. de corazón.

[BOLÍVAR]

* De un impreso moderno: Blanco y Azpurúa. Documentos para la historia de la vida pú­blica del Libertador, Tomo IX, pp. 439-440, también aparece en: Bolívar, Simón, Obras Completas, Tomo II, pp. 23-24.

Notas

[1] Columna del Zulia, después batallón Caracas.

| | Mapa del sitio | Seguir la vida del sitio RSS 2.0