DOCUMENTO 1758. DE UNA COPIA. O. C. B. CARTA DEL LIBERTADOR SIMÓN BOLÍVAR AL GENERAL DIEGO IBARRA, FECHADA EN BOGOTÁ EL 9 DE AGOSTO DE 1828. INFORMANDO QUE LE COMUNICARÓN TODO LO OCURRIDO EN VENEZUELA Y SOLICITANDO SE INFLUYA PARA QUE SE PAGUE A JOSEFA M. TINOCO LO DEL ARRENDAMIENTO DEL TRAPICHE; FINALMENTE HACE UNA ADICIÓN DONDE INFORMA SOBRE EL ESTADO DEL SUR Y LAS TENTATIVAS EXPEDICIONARIAS DE LOS ESPAÑOLES.

Bogotá, 9 de agosto de 1828.

AL SEÑOR GENERAL DIEGO IBARRA.

Mi querido Diego:

Por el señor Revenga que ha llegado antes de ayer con Fernando me he impuesto de todo lo ocurrido por Venezuela. He visto la acta de Valencia y me parece buena. Me alegro que marchen las cosas tan bien por Venezuela.

Mientras estés en Puerto Cabello procura influir todo lo que puedas para que el arrendatario del trapiche de Chirgua le pague a Josefa María Tinoco el arrendamiento; interésate mucho en esto y haz lo que puedas en favor de esta señora.

Quedo impuesto de todo lo que me dices en tu carta de 1º de julio que vino por Maracaibo.

Soy tuyo de corazón.

BOLÍVAR.

Adición.—Encargué a Andrés que escribiera estas cuatro letras y lo ha hecho con mucha precisión, pero yo la continúo dándote las noticias que hay: las tropas de Gamarra se han retirado de La Paz, y están ya en este lado del Perú, porque Bolivia se ha portado muy bien defendiendo su independencia y sus leyes; de modo que el Perú se encuentra en una situación muy triste, después de haber faltado tan altamente a sus deberes no ha encontrado sino enemigos y vituperio. Por nuestra parte le hemos declarado la guerra; pero no la haremos tan pronto hasta no saber si vienen o no los españoles, y en consecuencia de esta resolución, he mandado al coronel O’Leary a tratar un armisticio para suspender las hostilidades hasta mejor ocasión. Todos creen que muy pronto habrá una revolución en el Perú, porque las tentativas son frecuentes, y entonces no habrá necesidad ni de guerras ni de marchas.

Yo he dado un decreto para alarmar al pueblo sobre los españoles y espantar a éstos, si se puede, he mandado levantar el ejército a un alto pie y la milicia lo mismo. Sobre esto debe hablarse mucho y escribirse más para que pase a las Antillas y lo sepan en la Habana.

Por acá todo va muy bien, todos los pueblos de Colombia se han pronunciado perfectamente, y han dado pruebas de adhesión a mí persona, en Bogotá sobre todo hay un gran entusiasmo, de manera que Santander solamente es enemigo mío. Soto, Azuero y Gómez, lo mismo.

BOLÍVAR.