Bogotá, 29 de junio de 1828.
SEÑOR GENERAL JACINTO LARA, INTENDENTE DEL ORINOCO.
Mi Querido General:
Me es muy agradable anunciar a Vd. que el 24 del corriente he entrado en esta capital, a consecuencia del pronunciamiento que hizo el 13 del corriente, de que supongo a Vd. impuesto y que ha decidido de la suerte de este país conforme a la voluntad nacional, triunfando de este modo las reformas que habla proclamado Venezuela con tanta dificultad. Estos departamentos han declarado que no reconocen más autoridad que la mía, y, como el Sur y Venezuela hablan manifestado lo mismo, casi puede decirse que la nación entera me ha cometido sus poderes; mas aun creo necesario que digan su última voluntad para esta nueva época, y no espero sino este pronunciamiento para decir a la nación que respondo de sus destinos. Yo no dudo que antes de dos meses la república entera habrá decidido esta cuestión a imitación de esta capital; y en el entretanto yo me ocuparé en el arreglo y fomento de las rentas y en los negocios de justicia, que es el clamor universal. Por lo tanto, yo recomiendo a Vd. estos objetos de primera importancia, así como que me proponga las mejoras que crea útiles a ese departamento.
Recomiendo a Vd. con mucha instancia la remisión de los diez mil pesos mensuales que deben ir al departamento de Maturín. Puedo decir a Vd. que de esta remisión depende la seguridad de aquel departamento.
Tenga Vd. la bondad de escribir, de mi parte, al general Silva, manifestándole el contenido de esta carta y créame su afectísimo amigo.
BOLÍVAR.
ES COPIA EXACTA.—M. I. SAMUEL.—BARQUISIMETO, 28 DE OCTUBRE DE 1878.
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