.
Portada del sitio > 34) Período (02ENE AL 26DIC 1828) O.C.B. > DOCUMENTO 1694. DEL ORIGINAL. O. C. B. CARTA DEL LIBERTADOR SIMÓN BOLÍVAR AL (...)

DOCUMENTO 1694. DEL ORIGINAL. O. C. B. CARTA DEL LIBERTADOR SIMÓN BOLÍVAR AL GENERAL PEDRO BRICEÑO MÉNDEZ, FECHADA EN BUCARAMANGA EL 29 DE MAYO DE 1828, INFORMANDO SUS IDEAS RESPECTO A LA INESTABILIDAD Y LOS PELIGROS QUE RODEAN AL GOBIERNO Y LA REPÚBLICA.

Bucaramanga, 29 de mayo de 1828.

AL SEÑOR GENERAL PEDRO BRICEÑO MÉNDEZ.

Mi querido general:

Anoche he recibido la aoreciable carta de Vd. que ha traído este último correo, en que me habla del proyecto de constitución que se habia empezado a examinar y de la resolución que tenían Vds. de rechazarlo si podían, y aun proponer otro, tomando, al fin, la última resolución de retirarse, si lo que se convenía no era conforme a los intereses públicos. Vd. me insta para que no abandone ni al país ni a los amigos, y aunque sea a mi pesar si la patria recae en nuevos peligros, mi obligación es servirla y salvarla en cuanto dependa de mí. Sobre esto puede Vd. contar con toda seguridad, porque es imposible que yo me conduzca de otro modo en momentos críticos y de interés común; pero quisiera yo saber qué es lo que podemos hacer en un país que a cada paso disuelve el gobierno o atenta contra él. Yo no sé ni a que aspiramos ni que fin nos proponemos en nuestros sacrificios. Figúrese Vd. que he servido cuatro años más a la república y que se ha mantenido unida milagrosamente y más o menos tranquila: dado este caso, que yo no veo muy posible, ¿a quién entregamos este país para que lo mantenga en orden y en armonía? IMAGINESE Vd. que quisieran darle al general Sucre este encargo, pues, desde luego digo a Vd. que Sucre no lo mantendría, y digo más, que tampoco lo admitía, porque está muy cansado de la ingratitud y de !a inestabilidad de las cosas ameri­canas. Todos los días me escribe que no se puede construir nada sobre una base de arena de que se compone el pueblo americano.

No lo dude Vd., nosotros no podemos formar ningún gobierno estable, porque nos faltan muchas cosas, y sobre todo, hombres que puedan mandar y que sepan obedecer: todavía menos somos capaces de gobernar un vasto imperio, de extensión, con leyes democráticas; por otra parte, nunca tendremos otras leyes, porque cada convención será peor que la anterior. En fin, Vds. le verán. Nos vamos a engolfar en un mar peligroso y cuando queramos echar la ancla no encontramos fondo, al mismo tiempo que cada paso que hacemos nos aleja más del puerto. Yo no sé que hacer ni que aconsejar. No sé tampoco como deben Vds. conducirse. La elección de Vds. no puede caer sino sobre escollos porque son espantosos los precipicios que rodean esta república. Aquí no se puede respirar sin conmoción, y no se puede conmover sin explosión horrible. No hay una base sólida y fija, no sé sobre que debemos contar, y de esto estoy cada vez más persuadido. Yo deseara poderme mover, pero no sé de que manera, de suerte que si los nuevos peligros que van a sobrevenir no me indican el camino que debo seguir, tendré que permanecer en la inacción, porque yo no veo más que incertidumbres y amenazas.

Aunque esta carta es tan enfática, lleva consigo mil explicaciones que yo no sé si deberían Vds. tomarla en consideración para obrar. Concluiré diciendo que los peligros enseñan la vía de la salud.

Dígale Vd. al señor De Francisco que tenga esta carta por suya, que no contesto por no contradecir o repetir la misma cosa.

Soy de Vd. afectísimo amigo.

BOLÍVAR.

P. D.—Al Sr. Castillo que no he recibido carta de él en estos dos últimos correos y que, por lo mismo, no le contesto.

| | Mapa del sitio | Seguir la vida del sitio RSS 2.0