Bucaramanga, 16 de mayo de 1828.
AL SEÑOR ESTANISLAO VERGARA.
Mi estimado amigo:
Mucho me alegro que Vds. estén tranquilos en la capital, como me lo anuncia su apreciable carta de 7 del corriente. He visto los papeles públicos del Perú y Bolivia que nada contienen de nuevo. Por lo demás, Vd. se instruirá de lo que sucede en Ocaña por la carta que escribo al señor Restrepo, a quien comunico los proyectos de mis amigos y la idea de llamarme, lo que, en caso que suceda, dudo mucho que me determine a marchar, pues Vd. debe conocer que me voy a encontrar en muchos embarazos y a empeorar nuestra causa en lugar de servirla. Además me calumniarán suponiendo miras que no tengo, lo que no dejarla de dañarnos y de molestarme.
Mientras tanto yo permanezco aquí tranquilo, aguardando los sucesos para obrar con libertad y según creo que conviene.
No recibo malas noticias por ninguna parte y esto me da algunos instantes de calma que me produce el efecto de mejorar mi salud y de poner mi espíritu en reposo, como bien necesito de estos beneficios aunque sea por intervalos de corta duración.
Soy de Vd. su afmo. amigo.
BOLÍVAR.