Barcelona, enero 29 de 1817.
Señor Gobernador de la Margarita.
Carezco de piedras de chispa para este ejército y espero fudadamente que dentro de muy poco tendremos a que batir [sic] los enemigos. De consiguiente ordeno a V.S. que sin perder un momento y sin dilatarse un instante me envíe V.S. cuantas haya en esa Isla, debiendo V.S. reemplazarlas con las que trae la escuadrilla, luego que fondee en ésa. Es igualmente indispensable que V.S. me remita todo el plomo y balas de fusil que haya, pues no tengo siquiera una libra de este metal. Aguardo estos dos importantes renglones antes de cuatro días, contados de hoy.
Al Excmo. señor Almirante [1] prevengo que luego que llegue la escuadrilla reemplace a V.S. de la cantidad que haya dado de estos objetos.
S.E. comunicará [2] igualmente a V.S. las plausibles noticias que hemos recibido oficialmente de Guayana, del ejército granadino, para su satisfacción y la de esos habitantes.
Dios, &., &.
[BOLÍVAR.]
* Del copiador. Archivo del Libertador, vol. 23, fol. 89. Escrito de letra no identificada. Para las características del libro copiador, véase la nota principal del doc. n° 1740. En aquel momento existían en la isla Margarita un Gobernador Civil (cuya identidad no se ha podido precisar exactamente: ¿tal vez el mismo Juan Francisco Sánchez que lo era en 1816?) y un Gobernador Militar. Este último era, con toda seguridad, el prócer Francisco Esteban Gómez, quien había reemplazado en tales funciones al General Juan Bautista Arismendi cuando este pasó a Tierra Firme. Si se tiene en cuenta que las piedras de chispa, como material de guerra que eran, debían depender del Gobernador Militar, cabe suponer que el. destinatario era Gómez, aun cuando no haya de ello seguridad absoluta. Véase la nota principal del doc. n° 1747.
RSS 2.0