San Miguel, 1° de julio de 1817.
[Al señor Coronel José Félix Blanco.]
Mi querido amigo:
Anoche he recibido oficios del general Zaraza [1] fechados del 21 en San Diego [2]. Me participa noticias muy lisonjeras, que en globo son las siguientes: el comandante Hernández [3], con un campo volante, hizo ocho prisioneros en las inmediaciones del Chaparro [4] y se ha impuesto exactamente de que el número de tropas que condujo allí Aldama [5], o más bien que toda la reunión de tropas que se hizo allí fue de 1.250 hombres, de los que salía la mayor parte para Barcelona, quedando una muy pequeña en el Chaparro fortificándose, para servir de apoyo a cuarenta hombres de caballería de Torralva [6], que está cogiendo ganado para todos. Los húsares y dragones, desmontados, han salido, los primeros para Calabozo [7] con las sillas a cuestas, y los segundos para San Lorenzo [8] El general Zaraza [9] ha recibido oficios de los comandantes de Taguay [10] y Camatagua [11], que han puesto en insurrección estos pueblos y sus inmediaciones, han ocupado el de Cura [12] de cuya conmoción está seguro Zaraza. El coronel Infante [13], con su campo volante, ha bajado hasta el Calvario [14]; interceptó en el tránsito varios oficios de los comandantes de Chaguaramas [15] y Orituco [16] al gobernador de Calabozo, en que le dicen que están amenazados por todas partes por los insurgentes, cuyas partidas se han multiplicado y amenazan muy de cerca aquellos pueblos y los de Tucupido [17] y la Pascua [18] ; temiéndolos mucho más, en razón de que sus débiles guarniciones, reducidas a indios flecheros, no pueden resistir ningún choque. Otras nuevas guerrillas se han formado en los hatos de Belén, la Hogaza [19] y todo ese lado, que afligen a los godos, les impiden tomar ganado ni bestias y reducen a la extremidad a los de Orituco, que el 7 del pasado sólo habían recibido una libra de carne por persona, y para el siguiente día no tenían nada. Interceptó también Infante una carta de Morillo [20] dirigida al gobernador de Calabozo y fechada del 1° de junio en Barcelona, en que le dice, que debiendo permanecer mucho tiempo en Cumaná, le faculta para abrir los pliegos que vengan para él de Calzada [21] u otro, y que después se los dirija por la vía de Caracas, para que de allí se los remitan por mar. Juzgue Vmd. como estarán los Llanos. Le comunica también a dicho gobernador, muy reservado, que va a emprender sus operaciones sobre Margarita, desistiendo, por ahora, del Orinoco por el tiempo y por la falta de ganado y caballos. Vea Vmd. como hemos descubierto el plan del señor Morillo y su impotencia de atacarnos. Sabemos, en fin, que no tienen un caballo, que los húsares y dragones están a pie, andando unos para Calabozo, y otros para San Lorenzo, y, sobre todo, que la opinión general de todos los pueblos está por nosotros y que la provincia entera de Caracas está en insurrección. El general Zaraza cree que una tentativa cualquiera es suficiente para que todos abracen nuestra causa y se presenten a alistarse para destruir las reliquias de los godos.
La deserción de los indios es espantosa: sólo del batallón de Honor han faltado, en quince días, ciento, y a proporción en los demás batallones. No omita Vmd. diligencia alguna para recogerlos y remitirlos aquí, procurando al mismo tiempo enviar reemplazos. Haga Vmd. de nuevo recoger todos los caballos y mulas que se han regado y perdido. Acopie y remita muchos víveres; arregle y ponga en orden todas Las Misiones pues ya estos son nuestros últimos trabajos. En fin, amigo, obre Vmd. con el tino y actividad que siempre, y cuente Vmd. con mi amistad.
BOLIVAR.
* Del original. Archivo del Libertador, vol. 44, fol. 20-21. La firma y rúbrica de Bolívar son autógrafas, el resto del documento enteramente escrito por Jacinto Martel. Este documento había pertenecido al Archivo de Blanco y Azpurúa, según consta en un volante anexo al original. Aun cuando no figura en el original la mención del destinatario, no hay duda de que se trataba del entonces Coronel y Pbro. José Félix Blanco, sobre quien puede consultarse la nota principal del doc. n° 1866. A pesar de lo expresado por Bolívar en el doc. n° 1883 el Padre Blanco continuó ejerciendo las funciones de Comisionado General de las Misiones del Caroní.