Barcelona, enero 17 de 1817. 7°
Al Almirante.
Acabo de recibir el oficio de V.E. de 13 del corriente, y las cinco copias de los oficios, proclama y cartas dirigidas a los Generales Mariño y Bermúdez [1].
Cuando V.E. ha ejecutado hasta aquí, con respecto [2] al establecimiento del Almirantazgo, es tan interesante como juicioso [3]. La marina en manos de V.E. será bien pronto respetable [4] el Almirantazgo estará formalmente establecido, y la República gozando de sus ventajas. Creo como V.E. útilísima la remisión a esa Isla de los [5] individuos turbulentos de los pueblos del interior para formar [6] batallones de Marina. Libraré las órdenes necesarias para que se vayan enviando a disposición de V.E. cuantos puedan aprehenderse, lo mismo que los marineros que haya por los pueblos de la costa.
Son igualmente juiciosos los oficios de V.E. [7] al General Mariño. Creo con fundamento que la armonía reinará entre [8] todos los Jefes de la República, y que ha desaparecí [do ya] la [9] discordia, funesto origen de nuestros males.
Aguardo por momentos 500 reses que han salido para esta plaza, enviadas por el General Zaraza. Luego que lleguen tendrá V.E. cuantas puedan transportarse a esa Isla y todo el maíz que pueda ir [10].
Quedo en cuenta de la remisión de 2.372 libras plomo de [11] que V.E. me habla, sin poder acusar el recibo, porque aún está en la Boca [12].
Apruebo [13] el establecimiento del tribunal para conocer de los crímenes cometidos por los marinos; cuyas sentencias podrá V.E. ejecutar por ahora [14] como igualmente cuantas medidas tenga a bien para sostener el decoro y honor del Pabellón de Venezuela [15].
Por la copia del oficio que dirijo al General Mariño y que incluyo a V.E. se impondrá del desgraciado suceso de Unare; pero este acontecimiento, lejos de producir consecuencias desgraciadas a la República, le ha causado ventajas; pues un nuevo espíritu ha animado a este pueblo, y por un movimiento simultáneo [16] todos los Jefes de las Divisiones manifiestan doble ardor y entusiasmo. El 10 ha marchado el General Arismendi a los Llanos, con el objeto de reunir todas las fuerzas que actualmente están separadas, de conducir hasta el punto general de reunión que hemos acordado, que es el Chaparro, la División del General Piar, y el Ejército de la Nueva Granada que sólo necesitaba de armas, y he ordenado al del General Piar le suministre las necesarias para su reunión. Sólo en Aragua hemos reunido más de 700 hombres, según me participa hoy el General Arismendi. El General Zaraza [17] ha llegado al Chaparro con 1.000 y yo he fortificado perfectamente esta plaza, la he municionado y cuento con más de 1.000 hombres para su defensa. Es pues, interesantísimo que V.E. me envíe a la mayor brevedad posible las armas que pueda, y pertrechos, y que luego que llegue la escuadra vengan [18] sin perder momento los elementos que me conduce, para trasladarlos al Cuartel General de lo interior, y pasar yo en persona con ellos, según el voto unánime de los ejércitos. En esta plaza habrá siempre una guarnición suficiente para defenderla de un poderoso ejército español. Los indios mismos que siguen nuestro partido han manifestado el mayor deseo de que se les permita sólo a ellos la destrucción de la guarida de Clarines, con cuyo designio vienen a este Cuartel General. Todo, señor Almirante, presenta el aspecto más brillante. Los españoles no han adelantado un paso de Chaguaramas, sin atreverse a invadir al Coronel Infante que los observa de cerca con sólo 250 hombres.
Nuestros recursos se aumentan, pues tenemos mucho ganado de que disponer y nuestros créditos serán puntualmente satisfechos. Los tesoros que conducen los granadinos cubrirán igualmente nuestros empeños. Cuantas alhajas y objetos de valor, de oro, plata y piedras preciosas que contenían las Iglesias de Santa Fe, y varias personas ricas de la capital y la Provincia, vienen en el ejército. Puede, pues, V.E. contratar cuantas armas y municiones pueda, seguro de su pago.
Dios, &.
[BOLÍVAR.]
* Del copiador. Archivo del Libertador, vol. 23, fols. 69 v° 70 y 71 v° 72. Escrito de letra de José Gabriel Pérez. Para las características del libro copiador, véase la nota principal del doc. n° 1740.