.
Portada del sitio > 6) Período (20SEP 1814 AL 08MAY 1815) Correspondencia Oficial > DOCUMENTO 1255. ACTA DE LA REUNIÓN CELEBRADA EN TURBACO EL 25 DE MARZO DE (...)

DOCUMENTO 1255. ACTA DE LA REUNIÓN CELEBRADA EN TURBACO EL 25 DE MARZO DE 1815, ANTE LA CUAL PRESENTO EL LIBERTADOR SIMÓN BOLÍVAR LA RENUNCIA DE SU CARGO*

En la villa de Turbaco a veinte y cinco de marzo de mil ochocien­tos quince, quinto: S.E. el Capitán general de los ejércitos de la Nueva Granada, y en Jefe del destinado contra Santa Marta [1]; des­pués de haber convocado a junta general y extraordinaria de gue­rra, y hallándose presentes S.E. el General de Brigada, ciudadano Flo­rencio Palacios [2], el Comandante general de caballería, Coronel ciudadano Bartolomé Chaves [3], el Comandante del Batallón de La Guaira, ciudadano Domingo Meza [4], el de la Guardia de Honor, ciudadano Tomás Montilla [5], el del Quinto de línea, ciudadano Juan José Vigil [6], el del de Caracas, ciudadano Miguel Martínez [7], el del de infantería de Honor, ciudadano Manuel Manrique [8], el del de Tunja, ciudadano Francisco Vélez [9]; el Sargento mayor del Batallón de Caracas, ciudadano Pedro León Torres [10], el de la Infantería de Honor, ciudadano Ambrosio Plaza [11], el del Batallón de Barlovento, ciudadano José Anzoátegui [12], el del de La Guaira, ciudadano Juan Salías [13], el Comandante accidental de artillería, ciudadano José Luis Muñoz [14], el de la caballería de Honor, ciudadano Domingo Pomar [15], el de Soberbios Dragones, ciudadano Carlos Espinoza [16], y yo como Secretario [17], sin haber asistido el Mayor general, Coronel ciudadano Miguel Carabaño [18], el Comandante del Batallón de Barlovento, ciudadano José María Linares [19], los Tenientes Co­roneles ciudadanos Salvador Cansino [20] y Guerrero [21], Juan Anto­nio Guevara [22] y Fernando Carabaño [23], por hallarse en comisiones del servicio y fuera del Cuartel general; leída por mí la correspon­dencia entre S.E. el Capitán general y el Supremo Gobierno, el Excmo. señor Presidente del Congreso en comisión, Juan Marimón [24] y el Excmo. señor Gobernador del Estado de Cartagena [25], puesto a la consideración del Consejo el resultado de las misiones del Secretario ciudadano José R. Revenga [26] y Comandante Tomás Montilla; demostrada por S.E. la necesidad de separarse del ejér­cito con respecto a la resistencia del Gobierno de Cartagena a pres­tarle auxilios y de la enemistad particular que ostentan profesarle los mandatarios de Cartagena, dijo: que habiendo solicitado del señor Marimón un pasaporte para embarcarse a [27] Ultramar en es­tos Estados, supuesto que él mismo le ordenaba se retirase a perecer en las riberas del Magdalena, y que la contestación fue confor­me, a pesar de no haberle enviado el referido pasaporte; previnién­dole además entregase el mando del ejército al oficial de mayor graduación, exclusos el General Mariño [28] y Mayor Coronel Carabaño [29], lo hizo en la persona del General de Brigada ciudadano Florencio Palacios, como el más caracterizado, suplicando solem­nemente al Consejo la admisión de su renuncia, a pesar de desco­nocer en el señor Marimón las facultades que sólo residen en el Gobierno general.

El General Palacios dijo que no podía ni debía encargarse del mando que había sido conferido a S.E. por el Supremo Gobierno; que creía contra la disciplina, el orden y la subordinación admitir­le, sin contravenir expresamente a las ordenanzas y a sus obliga­ciones; y que de consiguiente le renunciaba, tanto más, cuanto que de la separación del General Bolívar dependía la total dispersión del ejército.

El Comandante Montilla propuso que se retirase S.E. para votar sobre el particular; lo que verificado, quedó presidiendo el Conse­jo el General Palacios.

La cuestión se redujo a tres puntos: primero, si el General Bo­lívar pudo renunciar al mando sin consulta de su Consejo general; segundo, si el Excmo. señor Marimón pudo admitirla; tercero, qué operaciones debería emprender el ejército. Y consultado[s] los se­ñores del Consejo, voto a voto, del menos al más antiguo, y oídas sus razones, fueron de común sentir y unánime opinión.

Primero, que el General Bolívar no debió ni pudo [30] de ninguna manera dimitir el mando sin consulta, por lo menos, de su Estado Mayor General, porque su nombramiento depende del Supremo Gobierno, porque el señor Marimón no es el juez competente para decidir sobre el particular, porque de su separación del ejército re­sultaría la disolución de éste y tal vez la del Estado de Calamar [31], y porque además del comprometimiento que el Capitán general ha contraído con el Gobierno de la Unión, tiene aún otro con el ejército de Venezuela, que comanda por el voto general del mismo.

Segundo, que el señor Marimón no ha podido permitir que el Capitán general abandone el ejército, porque no tiene comisión para ello, ni puede tenerla, y porque el [32] paso que le despide al Ge­neral Bolívar no le auxilia al General que le suceda en el mando.

Tercero, que visto el manifiesto en que se declara a los venezola­nos por hombres sin patria, y deseosos de alzarse con la familia so­cial; consideradas otra porción de proclamas y papeles públicos en que sólo se trata de desacreditar el ejército, atendidas las órdenes de Cartagena en que se manda a los jefes de la línea defender el terreno palmo a palmo; considerada la intención siniestra de hacer naufragar la artillería, armamento y municiones del Magdalena por un capricho de los mandatarios de la plaza; reflexionando madu­ramente que los miserables recursos que por la fuerza ha obtenido el ejército son insuficientes a emprender la campaña; que el Go­bierno provincial (o por su disposición) ha ordenado el envenena­miento de las aguas, evacuación de los pueblos, ocultación de ví­veres, profanación del Derecho de Gentes en las personas de los emisarios de paz, y proscripción de la mayor parte de los venezo­lanos que se hallaban en la plaza y una gran parte de los habi­tantes de ella, y finalmente, que habiendo en Cartagena una forma de Gobierno desconocida por las Constituciones General y Provin­cial; se procediese a estrechar el sitio de la plaza, hostilizarla, y que el Capitán General ordenase las ulteriores disposiciones, como que se halla [33] autorizado para defender la autoridad del Gobierno general, altamente ultrajada y despreciada con vilipendio y escándalo de los pueblos. Igualmente dispusieron los señores del Con­sejo que inmediatamente se diese parte al Gobierno general para su suprema determinación.

Leída esta acta [34] y convocado de nuevo S.E. para la conclusión, fue firmada por los señores del Consejo y autorizada por mí, como oficial superior, Secretario del mismo.

Simón Bolívar — Florencio Palacios — Bartolomé Chaves — Domingo Meza — Tomás Montilla — Juan José Vigil — Miguel Martínez — Manuel Manrique — Pedro León Torres — Francis­co Vélez — Ambrosio Plaza — José Anzoátegui — Juan Salías — José Luis Muñoz — Domingo Pomar — Carlos Espinoza — Pe­dro R. Chipia, Secretario.

Es copia.

CHIPIA

Es copia del acta original [35] que existe en la Secretaría del señor General en Jefe [36].

Cuartel General de Cartagena, julio 25 de 1815.-5°.

JOSÉ MANUEL DE LA TERCA [37]

Ayudante general

* De una copia de época coetánea. Archivo del Libertador, Vol. 22, folios 143-145. Autentica la copia el Ayudante General José Manuel de la Terga, quien escribe de su puño y letra el último párrafo, la data, la f rma y la rúbrica. El resto del documento es de amanuense no identificado.

Notas

[1] Es decir, el Libertador.

[2] Sobre el General Florencio Palacios Plaza puede consultarse la no­ta 3 del Doc. N° 943.

[3] Véase, sobre el Coronel Bartolomé Chaves (o Chávez) la nota 2 del Doc. N° 943.

[4] ilitar venezolano, muy probablemente hijo de Domingo de Mesa (o Meza) oriundo de las Canarias que en 1799 llevaba más de 35 años de servicio en las milicias, 19 de ellos como Capitán graduado de Teniente Coronel. Este Domingo de Mesa hubiese tenido 82 años en 1815, lo cual invalida prácticamente que pueda tratarse de él. El Domingo Meza (o Me­sa) del cual se trata nació en Puerto Cabello y figura ya como Capitán del 29 Batallón de Línea en enero de 1814, cuando le hace asignación de una parte de su sueldo a su esposa María Antonia Gherardi de Mesa (véase Doc. N° 635, en el Vol. VI, donde se incurrió en el lapsus —que ahora se rectifica— de llamar viuda a dicha señora, cuando el Capitán Mesa vivía). Este militar sirvió luego bajo las órdenes del General Urdaneta, a quien acompañó durante la retirada hacia la Nueva Granada en 1814.

[5] Sobre el Comandante Tomás Montilla véase lo dicho en la nota 1 del Doc. no 1.202.

[6] Juan José Vigil. Ya activo en la batalla de Cúcuta en febrero de1813, con el grado de Capitán. En junio de 1815 figura entre los defenso­res de Cartagena contra Morillo.

[7] Sobre Miguel Martínez, véase la nota principal del Doc. N° 1.209.

[8] Sobre Manuel Manrique pueden consultarse la nota 3 del Doc. nú­mero 322 y la nota 9 del Doc. N° 419, en la Correspondencia Oficial.

[9] Sobre Francisco de Paula Vélez, véase lo dicho en la nota 5 del Doc. N° 510, en la Correspondencia Oficial.

[10] El militar venezolano Pedro León Torres, nacido en Carora en 1788, quien se destacó por su valor y pundonor en las campañas de la In­dependencia, hasta caer gravemente herido en el campo de batalla de Bombona, en abril de 1822. Sobre el mismo campo, Bolívar le ascendió a General de División. Falleció poco más tarde en Yacuanquer.

[11] El militar Ambrosio Plaza Obelmejía (1790-1821), quien había de caer a la cabeza de su División cuando aseguraba la victoria en el Campo de Carabobo.

[12] Sobre José Antonio Anzoátegui, véase la nota 2 del Doc. N° 981.

[13] Sobre Juan Salias, véase la nota 9 del Doc. N°691 en la Correspondencia Oficial.

[14] José Luis Muñoz. Probablemente el prócer momposino emparen­tado con José Antonio y con Felipe Muñoz.

[15] Sic. Se trata de Domingo Pumar. Véase la nota principal del do­cumento N° 868, en la Correspondencia Oficial.

[16] Carlos Espinosa o Espinoza. No hemos hallado información precisa sobre este oficial.

[17] Pedro Ramón Chipia, militar venezolano que en julio de 1811 era Cadete del Cuerpo de Artillería en Caracas y fue ascendido a Subteniente del mismo. Era ya Capitán cuando resultó herido en la acción de Araure en diciembre de 1813. Se halló con Bolívar en la Nueva Granada, pasó luego a Jamaica y a Haití, fue de la Expedición de Los Cayos como Coronel y murió peleando en la batalla de San Félix en 1817.

[18] Sobre Miguel Carabaño, véase la nota 1 del Doc. N° 943.

[19] Aun cuando en el documento se lee claramente "José María Lina­res", consta que el entonces Comandante del batallón Barlovento era el prócer Andrés Linares, sobre quien puede consultarse la nota 12 del do­cumento N° 459 en la Correspondencia Oficial. Véase además la obra de Lino Iribarren Celis, “Vida militar del prócer Andrés Linares” (Trujillo, Venezuela, 1960).

[20] Sobre el oficial de Artillería Salvador Cansino o Cancino, véase la nota 2 del Doc. N° 997. Debe observarse que después de esta palabra hay en la copia que seguimos un espacio en blanco, como para una palabra de 6 u 8 letras.

[21] Falta el nombre. Es difícil precisar de qué oficial de apellido Gue­rrero se trata. Tal vez el Coronel tunjano Manuel María Guerrero, que ser­vía en la región del Magdalena en esa época. Acaso el Capitán bogotano Francisco Guerrero, quien se halló en las campañas de Venezuela en 1813-1814 y se reunió de nuevo a Bolívar en la Nueva Granada.

[22] El Teniente Coronel Juan Antonio Guevara, o José Antonio Gue­vara, quien tuvo en los meses siguientes destacada actuación en la defensa de Cartagena contra el General Morillo. Gravemente herido en el Sinú cuando trataba de poner a salvo el tesoro de la ciudad.

[23] Véase la nota 1 del Doc. N° 1.034 sobre el militar venezolano Fer­nando Carabaño.

[24] Sobre el comisionado Juan Marimón y Enríquez, sacerdote neogranadino, véase la nota 8 del Doc. N° 1.219.

[25] Juan de Dios Amador. Véase la nota principal del Doc. N° 1.195.

[26] Sobre José Rafael Revenga, véase la nota principal del Doc. N° 998.

[27] Aparece testada la palabra "el".

[28] Santiago Mariño. Véase la nota 1 del Doc. N"° 926.

[29] Se refiere a Miguel Carabaño.

[30] Están interlineadas las palabras "ni pudo".

[31] Calamar. Nombre que se daba al Estado de Cartagena. No debe confundirse con el centro poblado actual de igual denominación.

[32] Tal vez sea un error del copista, por "al". El Editor de las “Memo­rias” de O’Leary transcribe así este pasaje: "y porque al paso que despide al General", Vol. XIV, p. 166.

[33] La copia existente en el Archivo trae "haya". Creemos que el sen­tido exige "halla".

[34] La palabra "acta" está escrita entre líneas.

[35] La palabra "original" está dos veces sin haberse testado.

[36] Este "General en Jefe" se refiere al de las Fuerzas de Cartagena, Brigadier Castillo.

[37] José Manuel de la Terga. Oficial cartagenero, edecán del Brigadier Manuel del Castillo. En otros textos se le llama "José María".

| | Mapa del sitio | Seguir la vida del sitio RSS 2.0