Barcelona, 10 de enero de 1817.
Al General Piar.
La salvación de nuestra Patria, señor General, depende de la reunión de todas las fuerzas nuestras diseminadas ahora y separadas por grandes distancias. Toda operación parcial, aun siendo feliz, no producirá sino ventajas efímeras y puede tener consecuencias muy funestas siendo desgraciadas. Los españoles reúnen las suyas y es preciso oponerles fuerzas iguales. Pequeñas Divisiones no pueden ejecutar grandes planes. La dispersión de nuestros ejércitos, sin sernos útil, puede hacer perecer la República.
El Excmo. señor General Arismendi [1] tendrá el honor de [propo]ner [2] a V. S. mi plan de operaciones, hará ver a V. S. nuestro estado actual, y lo que he resuelto después de la más madura reflexión. Esta operación es tan importante, que yo en [pers]ona pasaría cerca de V. S. si fuese preciso. La reunión sola puede salvarnos. El ejército de V.S. compondrá, no lo dudo, parte del gran ejército.
Estoy seguro, por informes los más exactos y dignos de crédito, que sin una flotilla respetable no es posible tomar la Guayana. Un brique [3] inglés procedente de Granada [4] y que ha poco estuvo allí [5] me ha instruido de sus fuerzas marítimas. [6]
Las nuestras son muy inferiores a ellas, y además no pueden por ahora separarse de estas costas hasta asegurar todas nuestras comunicaciones externas, por donde recibimos los auxilios y elementos para la guerra. No perdamos nuestros esfuerzos. Aún no es tiempo de tomar a Guayana. Llegará ese y con suceso.
Dios, &.
[BOLÍVAR]
* Del copiador. Archivo del Libertador, vol. 23, fol. 63 v° 64. Escrito de letra de Jacinto Martel. Para las características del libro copiador, véase la nota principal del Doc. n° 1740. Para el destinatario, General Manuel Piar, quien se hallaba entonces en la región de Guayana, consúltese la nota 8 del Doc. n° 1740.