Turbaco, 30 de julio de 1827.
A S.E. El General Rafael urdaneta, etc.
Mi Querido General:
Mando a Vd. al coronel Ferguson para que le informe de todo lo que quiera saber de por acá. Mientras tanto diré a Vd. que acabamos de recibir un oficial con pliegos de Bogotá de 19 del corriente, por los cuales hemos sabido que se tramaba allí una conjuración contra mí y mis amigos el día mismo que llegó mi proclama. Mis enemigos querían quitarse la máscara, por lo mismo es indispensable marchar rápidamente a impedir la destrucción de la república. Mis amigos me escriben que marche volando a salvar la patria y Vd. debe adelantarse todo lo que pueda, con tal que no comprometa sus íuerzas. Yo marcho con 2.000 hombres, más que menos, de excelente tropa, y para cuando Vd. reciba esta carta ya estaré en Ocaña. Pida Vd. diariamente auxilio a Páez y a todo el mundo y emplee cuantos arbitrios dependan de Vd. para mantener esa división, pues yo no tengo plata sino muchas necesidades.
Vd. obre con tanta más energía y actividad cuanto más se aumenten los motivos de peligro. Santander me ha felicitado por mi marcha, y no me manifiesta ninguna oposición; pero ya Vd. verá como sí se opone.
Soy de Vd. de todo corazón.
BOLÍVAR.
El secretario saluda a Vd. mientras tiene el gusto de abrazarlo. Briceño Méndez.