CARACAS, 29 DE JUNIO DE 1827
AL SEÑOR MARIANO CUTÍ Y SOLA.
Señor:
Mi edecán, el coronel Santana, me ha presentado unas cartas de Vd. de Baltimore a 1° de abril, que he leído con mucho interés y que aprecio infinito por las expresiones con que Vd. me favorece en ellas tan bondadosamente.
Sin duda que la obra que Vd. va a presentar al público será de una inmensa utilidad para la juventud y, sobre todo, la de estos países que entra ahora en la carrera de las ciencias, que les había obstruido la ignorancia y la opresión.
¡Cuánto, pues, debemos a aquellos literatos que, como Vd., dedican sus luces en obsequio de estas nacientes repúblicas!.
Reciba Vd. las alabanzas que se merece por su consagración hacia el objeto más noble que puede ocupar al hombre: ilustrar a sus semejantes. Yo he recomendado la obra de Vd. a mis amigos.
El hermano menor de mi edecán Santana es el portador de esta carta. Yo me atrevo a recomendar a los venerables preceptores de Santa María la educación de este joven, así como la de sus hermanos que existen allí.
Soy de Vd. etc.
BOLÍVAR.