Caracas, 21 de junio de 1827.
AL SEÑOR CORONEL JOSÉ FÉLIX BLANCO.
Mi Querido Coronel:
Vd. sabe que nunca me canso de servir a la patria, cuantas veces sea ultrajada; y para poner término a tantos desórdenes que tal vez podrían producir resultados funestos, he resuelto marchar para Bogotá a encargarme del mando supremo; en cuya virtud he dado mi proclama y espero que veré cumplidos mis deseos de salvar el país, como lo verá Vd. en ella.
Mi querido coronel: Vd. tampoco desmaye, y haga los mayores esfuerzos en coadyuvar en cuantos designios y medidas sean favorables a la patria que tome el general Páez en esos lugares. Soy de Vd. de todo corazón.
BOLÍVAR.
P. D.—No soy más largo, porque la confianza es lacónica.