Caracas, 7 de Mayo de 1827.
A S. E. EL GENERAL EN JEFE RAFAEL URDANETA, ETC.
Mi Querido General:
He tenido la satisfacción de recibir una carta de Vd. del 8 de abril, que he leído con mucho gusto, pues que en ella muestra Vd. los mismos sentimientos que siempre he esperado encontrar en Vd. Gracias, mi querido general. Siento mucho que Vd. no conozca el negocio de nuestro amigo París. Yo le he escrito encargándole informe a Vd. sobre este asunto. Me parece muy bien que Vd. haya reducido el diario del soldado a un real: en Maracaibo es más barato el rancho que en ninguna otra parte. En contestación a la pregunta que Vd. me hace, no me es posible responder definitivamente, porque mi resolución depende actualmente del senado. Vd. sabe que yo le he presentado mi renuncia, y debo, como es natural y decente, aguardar la respuesta del senado a mi dimisión, porque no quiero dar armas a mis enemigos, aunque éstos mismos, junto con mis amigos y, sobre todo, los enviados extranjeros, me instan a que tome las riendas de la administración. El correo pasado nos ha traído algunas noticias del Sur del Perú que indican que las reacciones ya se asoman. Se asegura que Santa Cruz tenía 1.800 peruanos en Lima y que había sorprendido y amarrado a los jefes y oficiales revoltosos. Yo no puedo asegurar que esto sea verdad, pero tampoco que sea mentira. A todo esto no sabemos qué partido hayan tomado los prefectos, La Fuente etc.
Soy de Vd. afectísimo amigo.
BOLÍVAR.