Bogotá, 20 de Diciembre de 1827.
AL SEÑOR DOCTOR CRISTÓBAL MENDOZA.
Mi Apreciado Amigo:
Muy satisfactoria me ha sido su apreciable del 7 de noviembre, en que me participa los trabajos que se han hecho sobre las elecciones y el buen estado de las cosas en ese departamento, cuya conservación tranquila siempre me he prometido, contando con el celo y vivo interés que Vd., ya en otras ocasiones, ha manifestado por nuestra patria; mas, al mismo tiempo no he podido dejar de ver con gran sentimiento el presagio que Vd. me hace sobre la dificultad que habrá en llenar los gastos que indispensablemente se deben hacer en el viático de los diputados. En fin, ningunos otros son de una necesidad tan imperiosa como las dietas de los representantes; por satisfacerlas debemos, pues, hacer los mayores sacrificios, ya de parte del gobierno, ya de parte aun de ellos mismos, si posible fuese.
En esta capital nos mantenemos tranquilamente: la pobreza, como he dicho antes, no nos quiere abandonar un solo momento, y esto me atormenta.
El Sur se halla en el mejor orden de quietud, y de allí no se lamentan más que las ruinas del temblor.
Sírvase Vd. saludar a los amigos de Caracas: dígales que espero del buen carácter de ellos, seguirán comportándose con el mayor juicio hasta ver cual sea nuestra futura suerte en la gran convención.
Soy de Vd. afectísimo amigo
BOLÍVAR.
Pertenece al Dr. C. L. Mendoza.
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