Bogotá, 16 de Diciembre de 1821.
AL SR. DR. CRISTÓBAL MENDOZA.
Estimado Amigo:
Hallándonos ya tan próximos al día de la gran convención, y previendo yo las circunstancias en que nos vamos a encontrar, he creído conveniente hacer a Vd. esta comunicación, cuyo objeto es de una importancia vital: la venida de los diputados de esa capital a la gran convención. Este asunto, mi querido amigo, se hace de una necesidad más imperiosa si tenemos presente aquella ley dictada por el congreso, por la cual se autoriza calificar a todos los demás diputados, los primeros diez que pisen el lugar donde se reúnan todos los representantes. Por lo mismo, Vd. debe tomar todo el interés posible en que marchen a todo trance los diputados de Caracas. Los de estas provincias, y en particular los de esta capital, es de presumirse que serán los que más se empeñen en ser los primeros que concurran a fin de aprovecharse de esta ventaja; mas yo no creo que esto sucederá, pues descanso de mis conflictos cuando considero que Vd. está a la cabeza de ese departamento, que Vd. es un hombre que siempre se desvela por su patria, que la ve con lástima cuando está en peligro y que anhela por su dicha. Hoy tenemos la fortuna de que se nos presenta una oportunidad la más favorable, perdida ella, parece que no vendrá otra en que podamos practicar nuestras reformas.
Encarezco a Vd. de nuevo mis súplicas sobre que vengan esos señores tan luego como sean electos. En caso necesario, nada importa que se haga un sacrificio de parte del gobierno, y aun de ellos mismos para las dietas. Como he dicho a Vd. en mis anteriores, Cartagena es la vía más corta que se conoce y la que más comodidades ofrece.
Nada tenemos de nuevo por acá. Del Sur he sabido que aquello marcha bien, y al fin han cesado todas las disensiones y alborotos de Guayaquil.
Tenga Vd. la bondad de saludar a los amigos y créame siempre su afectísimo amigo.
BOLÍVAR.
Pertenece al Dr. C. J. Mendoza.
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