A S. E. EL GENERAL EN JEFE JOSÉ ANTONIO PÁEZ.
Mi querido general:
Esta mañana he tenido el gusto de recibir la muy apreciable carta de Vd., del 3 del corriente, junto con su proclama, que me ha parecido excelente, por cuanto al efecto que debe causar; pero exagerada en los sentimientos con respecto a mi. Debo, pues, dar a Vd. las gracias por tanta bondad.
También tengo a la vista otra carta de Vd. del 2 del corriente, que he leído con mucha atención. Volveré a dar a Vd. las gracias por sus finas expresiones.
He sentido mucho los males de Vd., y que éstos le hayan privado de venir a esta capital tan luego como yo lo deseo. Lo aguardo a Vd. con impaciencia, mi querido general, por los motivos que antes le he expresado. Convengo con Vd. en todo lo que me dice, pero estas cosas se entienden mejor cuando se tratan a la voz.
Vuelvo a recomendar a Vd. los asuntos de San Felipe. Son a la verdad pequeños, como Vd. dice; pero de lo pequeño se va a lo grande, y, por lo mismo, no debemos verlo con desprecio, cuando estamos en aptitudes de cortar estos males, y manifestar a nuestros enemigos que el orden y la tranquilidad reina entre nosotros.
Déle memorias a nuestros amigos y créame suyo de todo corazón.
BOLÍVAR
(*) Es copia exacta del original que guardo en mi poder en Guayaquil, Ecuador, por habérmelo obsequiado en Caracas, el 21 de mayo de 1891, mi amigo, el ilustradísimo e inteligente escritor señor doctor don Arístides Rojas.—Obdulio C. Drouct.