Plata, 19 de noviembre de 1825.
Al Señor Don Manuel de Córdoba.
Estimado amigo:
He recibido la carta de Vd. del 28 de octubre y he visto con infinita satisfacción el diseño del arco que Vd. ha levantado en esa ciudad en honor mío. Yo no sé, a la verdad, como pagar la inmensa deuda a que Vd. me ha obligado con una demostración que parece ser de un pueblo entero, y, sin embargo, es la obra de uno solo. La idea de que este monumento también pertenece a Vd. me llena de placer, porque si él sirve a mi memoria, eterniza igualmente la del distinguido patriota que lo ha erigido.
Acepte Vd. &.
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