Al Señor Fernando Peñalver.
Mi querido Peñalver:
He leído con infinita satisfacción la carta de Vd. del 3 de noviembre, y me ha sido muy agradable ver que Vd. está contento de la conducta de Páez: esto vale mucho.
Desde Potosí he escrito a Antonia y a Vd. sobre las minas de Aroa, diciéndoles que yo prefería venderlas y depositar su valor en el Banco de Londres para que nos sirviese en todo caso. Ahora insisto en esto mismo y recomiendo a Vd. trate de que así se haga bajo las condiciones más favorables, pues aunque en estos días me han hecho algunas propuestas adicionales a la contrata que celebró Antonia, no las he querido aceptar porque prefiero vender la propiedad.
El congreso no se ha instalado aún por no hallarse reunidos todos los diputados que previene la constitución, mas este acto no dejará de tener lugar dentro de pocos días, y entonces mi primer paso será renunciar en manos de este cuerpo el mando que ejerzo.
Escríbame Vd., mi querido Peñalver, y déme noticias de Venezuela.
Soy de Vd. su aímo. amigo.
BOLÍVAR.
*En la colección de Arístides Rojas existe esta carta en copia hecha por su propio Rojas, con fecha de 4 de mayo, por error.
RSS 2.0