Magdalena, 21 de febrero de 1826.
AL SEÑOR GENERAL RAFAEL URDANETA.
Mi querido general:
Pocos días ha que tuve el gusto de recibir una carta de Vd. de Maracaibo, y me ha sido muy agradable saber que Vd. goza de buena salud. Yo he venido a esta capital después de haber recorrido las provincias del Alto Perú y después de haber presenciado el nacimiento de una república que ha querido tomar mi nombre en premio de los servicios que le ha hecho, no yo, sino el ejército libertador, a quien soy deudor de tan espléndida gloria. Mi objeto al venir a esta capital no ha sido otro que el de instalar el primer congreso general del Perú y devolverle el mando que me ha confiado esta nación. He visto con bastante sentimiento que en las elecciones Vd. no ha sido propuesto, como era de esperarse, Vd. que es uno de los más veteranos en la carrera de la libertad y que ha combatido por ella con tanta gloria.
Póngame a los pies de su señora, hágale mil cariños a su familia y créame, mi querido general, su amigo de corazón.
Bolívar.
Museo Boliviano, Caracas. N» 1.475.