Popayan, febrero 19 de 1822,
Al Secretario de Relaciones Exteriores.
S.E. el Libertador Presidente ha visto con la mayor satisfacción las comunicaciones de V.S. de 29 de enero y 5 de febrero, en que V.S. incluye las que ha recibido de los Señores Ministros de Colombia, Zea y Revenda, datadas en París y Burdeos. Estas notas contienen sin duda las noticias más lisonjeras que hasta ahora ha recibido Colombia con respecto a sus transacciones con la España. La época del reposo y de la felicidad ha de suceder a la espantosa guerra que tan injustamente ha desolado el territorio de Colombia. Al fin los Europeos son justos y han conocido que serían inútiles cuantos esfuerzos harían para someter unos pueblos que han jurado ser libres o morir.
S.E. el Libertador encargado por ahora de la guerra del Sur y de la organización del Departamento de Quito como se vaya libertando no se mezclará en recibir ni tener conferencias con los señores Comisionados del Gobierno Español, Marqués de Casa León y Coronel Herrera, destinados a tratar sobre la paz con nuestro Gobierno. S.E. el Vicepresidente de la República encargado del porder Ejecutivo deberá hacerlo, conforme a la Constitución mientras que S.E. el Libertador se apresurará a transmitir a S.E. el Capitán General de Quito, las noticias que acaba de recibir y no duda que suspendan las hostilidades puesto que así lo previene el Gobierno Español, que ha tomado la iniciativa en este negocio y será el que reportará más utilidad.
S.E. el Libertador encarece vivamente al Poder Ejecutivo que se tenga presente en la negociación: 1º que Colombia, aunque tiene actualmente la preponderancia, no debe ser arrogante ni exigente; 2º que los Colombianos son hijos de los Españoles a quienes deben su origen y de consiguiente será la Nación con quien mantendrá más relaciones de Comercio y amistad y la entidad de lenguaje, usos y costumbres; 39 que una gran parte del pueblo español defiende descubiertamente los principios que hemos adoptado y de consiguiente que si no logran en España la transformación en República, emigrarán con preferencia a Colombia; 4º que aunque después de la vuelta de Fernando 7º el año de 14 a España algunos serviles, fueron ciegos agentes de aquel monarca, la transformación del año de 20, transformó también todo el pueblo español, haciéndolo amigo del pueblo americano, y en fin que la poderosa mediación armada de la Francia, Inglaterra y Portugal, nos presenta la garantía y seguridad de tratar con decoro y dignidad.
La nota del Señor Zea, de París descubre bastantemente los interiores y designios del Gabinete Francés, y el Duque de Richelieudeja ver que la Francia toma el mayor interés en el término de esta guerra, siendo la primera de las potencias de Europa que ha nombrado Cónsules y Agentes mercantiles en Colombia.
Tengo el honor de incluir a V.S. la nota de S.E. el Libertador a S.E. el Capitán General de Quito. Como es de esperarse que los comisionados de este Señor, vengan muy pronto a nuestro Cuartel General en él les manifestará S.E. el Libertador las notas oficiales que V.S. ha enviado que no se ha atrevido a exponer a los azares de la guerra, y contingencias de un territorio cubierto de bandidos, y entonces verán estos señores lo que ellos quizá no esperaban.
Como para entonces habrán llegado ya a Bogotá los Señores Marqués de Casa León y Coronel Don J.M. Herrera, es muy probable que estando en nuestro Cuartel General los señores Comisionados de Quito, reciba S.E. noticias de las primeras conferencia de aquellos Señores, con el Poder Ejecutivo.
Retorna a S.E. el Vicepresidente las felitaciones que le hace por la paz y reconocimiento de Colombia. Si S.E. ha tenido una parte en este dichoso acontecimiento, confiesa también de todo corazónque ha tenido los mas ilustres y heroicos colaboradores, S.E. el Vicepresidente.
S.E. el Libertador espera con impaciencia la noticia de la llegada a Bogotá de los Señores Comisionados españoles y espera que el Poder Ejecutivo con postas volando, envié a este Cuartel General las notas que conducen dichos Señores, para la suspensión de las hostilidades de parte de los realistas en el Sur. De otra manera sería sensible exponer un solo soldado de la Guardia, y tener que pasar por el dolor de someter por la fuerza un territorio que ya está cedido por la nación a quien pertenecía.
Como vayan aproximándose a Bogotá los Señores comisionados del Gobierno español, espera S.E. se le comuniquen sucesivamente todas las noticias que tenga de ellos.
Dios guarde, &.
[JOSE GABRIEL PERESZ]
* De un copiador del Archivo del Libertador. Sección O’Leary, tomo XIX, folio 144 al 146.
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