(Lima, 3 de julio de 1826).
(Exmo. Señor Casimiro Olañeta, presidente del congreso de Bolivia.
Exmo. señor:
He recibido el despacho de V. E. de 1º de junio en que se sirve participarme la instalación del Congreso Constituyente de esa república. Este grande acto nacional, de donde van a emanar las fuentes de la prosperidad y de la dicha de los bolivianos, me ha causado una completa satisfacción. Los objetos que de preferencia ha tomado el Congreso en consideración, indican el espíritu patrio que lo anima y la sabiduría que interviene en sus acuerdos. Esa asamblea constituyente, con todos los elementos del poder, va a fijar las bases de su pacto social, y los derechos de los ciudadanos. Ella va a organizarlo todo y darle una vida perpetua. Los dignos ciudadanos que la componen, escogiendo al Gran Mariscal de Ayacucho para presidir la república, han mostrado su acierto en un negocio de una importancia vital. ¡Felices ellos y el pueblo a quien representan, si el primer Congreso sirve de época en los fastos de la prosperidad boliviana!
El reconocimiento de la soberanía e independencia de Bolivia por la república del Perú, muestra claramente que su política es la de conservar con esa nación las relaciones más estrechas de amistad y fraternidad. Parece que estos estados están llamados por un mutuo interés a una alianza perpetua. Es de esperarse con mucho fundamento que las demás repúblicas americanas adopten la conducta del Perú hacia Bolivia.
Después de desear a esa república todos los bienes de que el Omnipotente puede colmar a los mortales, sólo me falta manifestar a V. E.» al Congreso y al pueblo mi reconocimiento, por su inmensa gratitud y protestarle el lugar preferente que tendrá siempre en mi corazón.
Véase la nota del presidente del congreso, Casimiro Olañeta, en "Documentos Referentes a la creación de Bolivia", II, 183.
RSS 2.0