Ilustrísimo y Reverendísimo señor Arzobispo de esta Arquidiócesis.
Ilustrísimo señor:
El capellán de mi ejército, doctor Sebastián Gallegos, [1] después de haber corrido por nueve meses los riesgos e incomodidades de la campaña, desea ser empleado en la cura de almas, continuar en el desempeño de las funciones de su ministerio, y hallar medios honestos de subsistencia. Es sumamente acreedor a que se le atienda con particularidad, pues hay bien pocos en el estado eclesiástico, que por la defensa de nuestros derechos y del orden público se haya expuesto a los peligros, y haya sido afligido por las miserias en que nos han puesto algunas circunstancias.
Estas razones, muy eficaces sin duda para V.S.I. me mueven a recomendar al doctor Gallegos para el curato de Maracay [2] que está vacante, o debe estarlo por la promoción del actual pastor; y cuando en éste no fuere posible, yo intereso a V. S. I. le tenga presente para otro de iguales ventajas.
Dios guarde a V.S.I. muchos años.
Cuartel General de Valencia, mayo 23 de 1814. 4°.
SIMÓN BOLÍVAR.
* De una copia moderna. En el Archivo del Libertador, Vol. 175, folio 152, se conserva una copia de este documento, escrita de puño y letra de Arístides Rojas. El doctor Vicente Lecuna en “Simón Bolívar, Obras Completas”, I, p. 95, da el texto del documento y dice haberlo tomado del original, que no ha podido ser examinado por la Comisión Editora.