Ciudadano director General de Rentas.
Con fecha 24 del corriente el Secretario de Gracia y justicia [1] me dice lo que sigue:
"El ciudadano Fernando Peñalver [2], vecino de la ciudad de Valencia, se ha presentado al Libertador de Venezuela, manifestándole que la cualidad de juez de secuestros le impide hacer postura a la hacienda de caña situada en el Palotal, que fue de la propiedad del canario Francisco ríos, y ahora del Estado, la cual aunque ha sido sacada a la almoneda, no se ha presentado comprador.
"Por estas razones excitando la beneficiencia de S.e. sobre sus desgracias notorias en todas las revoluciones, hasta perder las más de sus propiedades, suplicó se le adjudicase por la tercera parte menos de sus avalúos, con atención a lo que debe haber desmerecido; a que caminará a su total ruina, si no se enajena; y a la costumbre inconcusa de admitirse estas posturas, con condición de que su valor lo exhiba en esta forma: dos mil pesos en cada uno de los dos primeros años; y lo siguientes, a tres mil pesos.
"El Libertador, General en Jefe, ha tenido a bien condescender a esta solicitud, y manda que para la debida constancia en la Hacienda nacional, que oportunamente hará el cobro de los plazos que se cumplieren, se le pasen los autos que acompaño, con prevención de que nombre personero que haga formal entrega de dicha hacienda, tome el correspondiente resguardo, y queden en poder de este interesado los documentos por virtud de los cuales se le otorgará a su tiempo la competente escritura por el mismo Ministro de Hacienda."
Lo transcribo a V.S. de orden de S.E. para su inteligencia, y para que tome las providencias correspondientes; indicándole igualmente que el expediente de la materia, según me ha informado el Secretario de Gracia y Justicia, existe en poder de la parte interesada.
Dios guarde a V.S. muchos años.
Cuartel General de San Esteban, enero 27 de 1814. 4° y 2°.
ANTONIO MUÑOZ TEBAR.
* Del original. Archivo del Libertador, Vol. 55, folios 195-196. Firma y rúbrica de Antonio Muñoz Tébar autógrafas. El resto de mano de José Luis Ramos.
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