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DOCUMENTO 10824. CARTA DEL LIBERTADOR PARA EL GENERAL DE DIVISIÓN FRANCISCO DE PAULA SANTANDER, FECHADA EN EL CUZCO EL 25 DE JULIO DE 1825, EN LA CUAL LE TRATA LO RELATIVO AL EMBARCO DE TROPAS HACIA COLOMBIA, EN­TRE LOS MESES DE NOVIEMBRE Y DICIEMBRE, INDICANDO LAS REGIONES DE PROCEDENCIA DE DICHAS TROPAS, PARA EFECTOS DE SU ACANTONAMIENTO EN COLOMBIA, Y DICTA DISPOSICIONES RELATIVAS A LA EJECUCIÓN DE ESTA OPERA­CIÓN DE TRANSPORTE.*

Cuzco, 25 de julio de 1825.

A.S.E EL General Francisco de Paula Santander.

Mi querido general:

Mañana me voy para el Alto Perú con el sentimiento de no haber recibido en estos días comunicación alguna de Bogotá. Por lo mismo poco tengo que decir a Ud.

Lo que ocurre de más importante por ahora es que he mandado embarcar 1.800 hombres a principios de septiembre, de la división de Córdova, en Arica, para que pasen al Istmo. A principios de noviembre mar­charán 1.800 hombres de la división de Lara por el puerto de Quilca con la misma dirección; y otra división a principios de diciembre, que saldrá del Callao para el Istmo. Estas tropas se compondrán del modo siguiente: tres batallones con 4.000 hombres y tres escuadrones con 600. Los más son peruanos y las bases de colombianos del Sur. Toda la división la mandará, o Lara, o Sandes. Los oficiales son escogidos, y deseo que Ud. coloque está división en la provincia de Caracas, como ya he dicho otras veces. Toda ella debe acantonarse en pueblos inmediatos y de buen temperamento para que se aclimaten, porque son peruanos serranos y de climas muy fríos. Dicha división debe estar siempre a las órdenes de su general, y moverse en masa para que sirva como un ejército de reserva contra las insurrecciones. Deseara que dichos cuerpos no tuvieran ni un oficial y ni un jefe de mala conducta ni sospechoso, sino que se escogieran los individuos que mandasen las tropas para que sirvieren en todo caso.

Advierto a Ud. que la primera división es toda de serranos de climas muy fríos, y, por lo mismo, deben acantonarlos los primeros meses en los pueblos más fríos de la provincia de Caracas; la segunda está un poco más aclimatada, y la tercera lo está mucho porque ha sitiado el Callao en un ve­rano horrible. No nombro los jefes que las llevan, porque el general Sucre debe nombrar el primero, Lara el segundo y Salom el tercero. También diré a Ud. que el primer batallón que marcha es de nueva creación y se llamará de Junín; sí Ud. lo aprueba, lo mandará el comandante Anzoátegui, digno hermano del general y excelente oficial. El batallón que manda Lara será uno de la Guardia, compuesto de toda la primera división, y el que manda Salom será el de Araure de nueva creación; pero muy bien compuesto en oficiales y tropa. Este nombre lo tuvo el Vencedor de Araure, y es una de mis más grandes victorias. Los tres escuadrones son de nueva creación y podrían denominarse Dragones Peruanos, pues, en efecto, todos son pe­ruanos. Todavía no sé si podré darle un coronel a este regimiento. El te­niente coronel, que fue mi edecán Álvarez, conoce muy bien esta arma. He rogado a Lara se encargue de la división; y si no la lleve Sandes, que es un excelente hombre y un buen militar. No es creíble el adelantamiento que han tenido nuestros cuerpos en el mecanismo como en la organización mi­litar. En fin, nuestros cuerpos son un modelo de moral, de orden y de con­ducta. No puede Ud. figurarse lo bien que se han portado en todos sentidos en el campo de batalla y fuera de él en medio de todas las insurrecciones e infamias del principio del año pasado, ellos fueron siempre fieles a su patria y nunca empañaron su honor ni su gloria. Por lo mismo, yo quisiera que estas tropas se mantuviesen con lo mejor y más bien parado de cuanto tenemos en el orden militar. Lo que más importa es que en el Istmo no vayan a dejar perecer esta división por retardo de buques, por enfermeda­des, calenturas etc., pues el señor Carreño se ha portado indignamente en cuanto ha manejado; y yo creo que esta división merece mucho cuidado de nuestra parte porque si se le mantiene en un estado incorrupto será la base de un ejército de orden. Añadiré a Ud., que después nos será muy imposi­ble sacar igual número de tropas de otra parte; de tropas aguerridas, y de tropas muy bien disciplinadas, porque son veteranos de diez y doce años; los que menos tienen una o dos campañas. En fin, yo no puedo encarecer a Ud. más esta división, que me parece preciosísima en todos respectos. Deseo, por lo mismo, que los buques no falten en el Istmo para octubre, diciembre y enero, en los mismos términos que he dicho antes; quiero de­cir, la primera división llevará 1.800, la segunda 1.600 y la tercera 1200. El trasporte del Istmo a las costas de Venezuela debe ser de veinte a treinta días. Por lo mismo, deben llevar agua y víveres para estos días. Le he dicho a Salom que escriba a Carreño que ponga grandes ramadas en lo alto de los montes para que las tropas estén al fresco; pero el señor Carreño no hará nada porque es muy constitucional y muy popular; y con estas cualidades se salvará él, y se perderá la patria. ¡Viva Castillo que no ha conocido otra constitución que la salvación de la patria!

Le recomiendo a Ud. a O’Leary, mi edecán, que sirve mucho tiempo conmigo y siempre muy bien, para que le paguen su haber: lo mismo digo con respecto a Pérez, que aun no lo ha podido cobrar.

Adiós, mi querido general, soy de Ud. de corazón.

[BOLÍVAR]

* De un impreso moderno: Simón Bolívar, Obras Completas, tomo II, pp. 183-185.

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