Boletín del Ejército Libertador. N° 29.
El día trece del corriente, habiendo salido nuestro destacamento de Calabozo [1] con el objeto de atacar al español Boves [2], que había reunido gran número de ladrones después de su derrota en el Mosquitero [3] pasó el río Guárico [4] en San Marcos [5], distante una legua de Calabozo; pero habiendo encontrado al enemigo en emboscada, y muy superior al cuerpo del Llano, replegaron nuestras tropas por el camino que dirige a Calabozo. La caballería de los facciosos cargó al principio sin suceso sobre los nuestros, y aunque al fin obtuvo ventaja, la debió solamente al número de los suyos y naturaleza del terreno, mas después de haber cubierto el campo de sus cadáveres. La acción fue parcial, pero sangrienta; aún no podemos presentarla detalladamente al público, y sólo recomendamos por ahora la conducta de los valerosos oficiales Tenientes Coroneles Carlos Padrón [6] y Rafael Castillo [7], que perecieron en el campo del honor, con la mayor bizarría, igualmente que otros muchos oficiales, y el Comandante general Pedro Aldao [8], según se asegura.
Nuestras fuerzas por aquella parte se han retirado a Flores [9], y se las ha reforzado con el Batallón número 5° de la Unión, y el reformado de Valerosos Cazadores; además marchan tropas de Caracas con el mismo destino, y el Ejército de Oriente se dirige por el interior a los Llanos, habiendo marchado de Cumaná [10] el seis del corriente dos mil quinientos hombres, al mando del General en Jefe Santiago Marino [11]. Los refuerzos enviados a Calabozo de este Cuartel General, al mando del Teniente Coronel Manuel Aldao [12], destruyeron de paso los facciosos de Maruria [13].
El General en Jefe, que salió la madrugada del día de ayer a visitar la línea sobre Puerto Cabello [14], quedó satisfecho de las fortificaciones construidas para su defensa y ataque, y muy particularmente del octágono levantado en el Palito [15] por la dirección del Comandante de la línea Luciano D’Elhuyar [16]; fue también de su agrado la vigilancia y entusiasmo de las tropas allí acantonadas, al mando del Teniente Coronel Félix Uzcátegui. Este punto se ha hecho importante en razón de que impide absolutamente a las tropas españolas salidas de Puerto Cabello a las órdenes del Coronel Salomón [17], su regreso a aquella plaza. Está situado el Palito en el estrecho que forman el mar por una parte, y una inaccesible y espinosa altura por la otra; al naciente le defienden los famosos fangales del Terronal; y por el poniente el río Agua-Caliente. Además del Batallón que guarnece este punto, hay otros cuerpos de reserva en la casa nombrada de Taborda y sus inmediaciones.
Las Trincheras, Cumbre, Vigirima y Patanemo [18], se hallan perfectamente fortificados; nuestras fuerzas de mar se aumentan diariamente; el sitio se sigue estrechando.
Cuartel General de Valencia, 21 de diciembre de 1813, tercero, y primero.
Por el Mayor General.
TOMAS MONTILLA.
Secretario de Guerra.
* De un impreso de época coetánea. En la Gazeta de Caracas, N° XXVIH, correspondiente al día 30 de diciembre de 1813 se inserta el texto de este Boletín, el cual muy seguramente habrá sido impreso también en hoja suelta, aunque no se ha podido localizar ejemplar alguno. La Comisión Editora no ha podido examinar el original manuscrito. Sobre el firmante, véase la nota 10 del doc. N° 97, en la correspondencia oficial de esta Colección.
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