Ilmo. Señor Arzobispo.
He dado cuenta al General en Jefe de estos Estados del oficio de V. S. Ilma, de 21 del corriente por el que en contestación del mío de 19 del mismo acompaña veintidós órdenes a fin de que examinadas se las curse y manifiesta la provisión interina en Don Juan de Dios Echarri para La Guaira en consecuencia de otro del 13 a quien mientras se aposesiona sustituye el Reverendo Padre Fray Santiago Salamanca por la insinuación que del segundo hizo el Comandante general; y que su propietario Don José Joaquín de la Sierra se mantiene al lado de V. S. Ilma.
El General en Jefe me manda diga a V. S. Ilma. cuán satisfactorio le ha sido la franca y generosa disposición que le manifiesta, en contribuir eficazmente, como lo esperaba, a consolidar la paz para organizar un Gobierno estable y permanente; y se lisonjea que continuando V. S. Ilma. en tan santo propósito nada le quedará que desear.
En esta confianza y siendo repetidos los clamores que se le hacen sobre otros eclesiásticos que directamente conspiran contra nuestro actual sistema, de que por su poderoso influjo debe temerse con fundamento mucho trastorno y confusión, por el que decididamente tienen sobre la gente incauta de su feligresía; me manda haga presente a V. S. Ilma. lo necesario e importantísimo que es se releven por ahora a algunos de ellos, que son los que comprende la lista que acompaño, privándoseles también de las licencias de predicar y confesar, y mandándoseles comparecer en esa capital, después que hayan sido sustituidos por los que expresa la misma lista.
En cuanto a la dificultad que presenta la separación de los Reverendos Padres Capuchinos que volvieron a las misiones secularizadas por hallarse sus Curas propietarios ejerciendo otras funciones en otros pueblos: Confiado el General en Jefe en el ardiente celo y decidido interés de V. S. Ilma, por nuestra sagrada Causa, espera se sirva decirle qué sacerdotes seculares y regulares serán los más a propósito para estos y otros Curatos en el supuesto de que sobre reunir las cualidades necesarias para sus Ministerios, sean unos verdaderos amantes de la Causa actual de Venezuela.
Cree también el General en Jefe y aprecia en gran manera la indicación de V. S. Ilma. que convendrá separar igualmente por ahora a los Capuchinos encomendados de otros Pueblos de aquellas Misiones, que no están secularizadas para que vengan a su Hospicio, y se verificará así luego que tenga a la vista la lista de sacerdotes que V. S. Ilma. le insinuó ser más a propósito.
Dios guarde a V. S. lima, muchos años.
Cuartel General de Valencia, septiembre 25 de 1813.—3° de la Independencia y 1° de la guerra a muerte.
Ilmo. Señor.
RAFAEL D. MÉRIDA.
[Nota al margen:]
Téngase reservada y expídanse las órdenes convenientes en cuanto a los Eclesiásticos meramente idóneos para el ejercicio de Cura en los lugares para que son propuestos. Se expidieron las órdenes y se remitieron al mismo Sr. Secretario.
* Archivo Arquidiocesano, Caracas. Del original escrito de letra de amanuense no identificado. Firma autógrafa. El documento fue facilitado a la Comisión Editora por el antiguo Director del Archivo, Presbítero Jaime Suriá.
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