San Carlos, junio 4 de 1821.
Al Excelentísimo Señor Vicepresidente de la República.
Hasta la Aparición de la Corteza [1]he instruido antes a V.E. de los movimientos de este ejército y de las noticias que teníamos del enemigo. El 30 vino el ejército de Araure y de allí se adelantó el señor Coronel Plaza con un piquete de 20 Dragones a observar [al enemigo sobre] [2] esta ciudad. Estando a seis leguas de ella se le presentó un sargento desertor del Escuadrón de Baquianos, que formaba en el pueblo de San José la guardia avanzada del enemigo. Por este desertor supo la disposición en que se hallaba aquel cuerpo y que no era difícil sorprenderlo y desmontarlo, quitándole los caballos. El 31 por la noche [sorprendió] [3]se ejecutó esta operación, con tan buen suceso, que se tomaron los cien únicos caballos que tenía el cuerpo y con ellos diez y siete hombres armados. El resto del Escuadrón y una compañía de infantería que cubrían el pueblo, fueron sorprendidos, y se retiraron en completa dispersión, de la cual no pudo el Coronel Plaza aprovecharse, por la oscuridad de la noche y porque siendo tan débil su piquete no debía exponerse a que le retomara el enemigo los caballos, de que ya nos habíamos apoderado.,
El 2 del corriente, al acampar el ejército en la Ceiba [4], destacó S.E. al señor General Sedeño con 150 Dragones y Lanceros a reconocer de nuevo a esta ciudad, de donde se recibían frecuentemente noticias contradictorias por los desertores que llegaban a presentarse al ejército, y principalmente por los dispersos de la sorpresa de San José, que iban saliendo [sin presentarse] [5] después de haber estado ocultos a las inmediaciones de la ciudad. El General Sedeño tuvo orden de marchar hasta donde encontrase enemigos en número más fuerte que el de su descubierta. No habiendo hallado novedad alguna hasta San José, siguió, y apenas había ciado algunos pasos, cuando [me] [6] dio [de rep] [7] con un piquete de Húsares españoles, que al divisar nuestra partida volvieron cara y se pusieron en fuga abierta [Por más empeño que hicieron en alcanzarlos no fue posible] [8]. Aunque se les persiguió vivamente, no pudo aprehenderse sino uno solo, por el cual se supo que las divisiones 3ª y 5ª estaban evacuando la ciudad y se retiraban sobre Valencia.
Nuestra descubierta se adelantó, ocupó esta población y siguió en persecución del enemigo, cuya retaguardia molestó en toda aquella noche. [Es increíble] [9] La precipitación con que se retiraba el lenemigo era tal, que [hasta Tinaquillo en más de 12 leguas no hizo alto en toda la noche y nuestros caballos fatigados sin poderlos] [10] en más de 12 leguas no hizo un alto, y nuestros Dragones fatigados ya de la persecución, se conformaron con tomar los dis- persos y estropeados que dejaba aquél, [en todo] [11] Más de 150 hombres de todos los cuerpos se han recogido ya, y únicamente afirman que es aún mayor la deserción que [sufrido el ene] [12] ha sufrido esta columna enemiga.
Incesantemente [llegan desertores por] [13] se presentan desertores a nuestros puntos avanzados, y salen de los bosques inmediatos a esta ciudad los que quedaron ocultos en ellos.
Generalmente se asegura que el General La Torre permanece en Valencia con la 1a división de su ejército y que allí hará la asamblea general. Que Morales, con dos batallones y dos Escuadrones, marchó sobre Caracas a observar al señor General Bermúdez, cuyos puestos avanzados atacados por la descubierta enemiga, se retiraron al cuerpo del ejército, que estaba en Petare [14] según dicen unos, y en Guarenas [15], según otros. [De todas las observaciones se deduce] [16] Lo que se deduce con certeza de todas las relaciones es que el señor General Bermúdez ha obrado con una audacia y rapidez extraordinaria hasta apoderarse de Caracas y después se ha conducido con [una extrema] [17] la prudencia y circunspección [conforme a las órdenes] [18] que S.E. [le comunicó] [19] le ordenó observase, conforme al plan de operaciones.
Dentro de muy pocos días estarán reunidas aquí todas las divisiones del ejército. El señor General Páez estaba con la suya en Tucupido [20] el 31 de mayo. El señor General Urdaneta tenía dos de sus cuerpos avanzados en el Pedregal [21] y marchaba [el 28] [22] de Coro el 28 con los demás. El señor Coronel Carrillo, después de haber pacificado todo el Occidente, se acerca con su columna y entrará mañana a este Cuartel General.
Los enemigos reducidos a Valencia y los Valles de Aragua, son observados de cerca, puede decirse que están verdaderamente bloqueados por [todos] los [23]tenga la [24] sola cooperación de este cuerpo con el del señor General Bermúdez.
Dios, etc
PEDRO BRICEÑO MENDE7
*Archivo del Libertador. O’L Vol. XVIII, primera parte, fº 306 vto. y 307 vto.
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