Al Excmo. Señor Ministro del Interior [1].
Incluyo a V.E. una nota en que S.E. el Vicepresidente de Cundinamarca reclama del señor Subjefe del Estado Mayor General los fusiles que haya sobrantes en esos valles. No sé cuántos hayan quedado después de armado el batallón del Socorro que ha venido últimamente para el ejército. Tanto éstos, como mil que deben llegar a Maracaibo, están a la disposición de V.E. para que los destine en el territorio, cuyo mando militar le está confiado, si fueren necesarios ahí. Pero si no hubiere necesidad de ellos, convendría que se remitiesen al interior, como he ordenado al Comandante General de esos valles, para que S.E. el Vicepresidente de Cundinamarca los emplee, conforme a las órdenes de S.E. el Libertador Presidente. En Santa Marta hay también mil fusiles que ha traído el señor General Clemente, de los cuales podrá hacer uso aquel Vicepresidente si V.E. se lo advierte, porque hasta ahora yo no lo he hecho.
El ejército ha continuado su marcha hasta esta villa sin novedad. Nuestras avanzadas están en Araure y Agua Blanca [2], que han sido evacuadas por el enemigo. Hasta ahora se confirman las noticias que comuniqué a V.E. por conducto del señor Ministro del Interior desde Guanare, pero no se sabe aún nada directamente del General Urdaneta, lo cual causa muy justos temores e inquietudes a S.E. que creía estar reunido con él antes del último día de este mes. Esto no impedirá, sin embargo, el movimiento que ha emprendido este cuerpo para distraer al enemigo y estorbar que el señor General Bermúdez o los patriotas sublevados en Caracas sean batidos y perseguidos.
Tengo el honor de comunicarlo todo a V.E. de orden de S.E. el Libertador.
Dios, etc.
Ospino, mayo 28 de 1821.
PEDRO BRICEÑO MÉNDEZ
* Archivo del Libertador. O’L VoL XVIII, primera pane, Fº 286 vto. y 287.
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