DOCUMENTO 332 . ORDEN AL GOBERNADOR POLÍTICO DE VALENCIA, DR. FRANCISCO ESPEJO, RELATIVA AL TRASLADO DE LA IM­PRENTA DE JUAN BAILLIO A CARACAS.*

Notas

[1] Juan Baillío, de origen francés, estaba establecido junto con su hermano mayor, como impresor en Cabo Francés, en 1791, ciudad capital de la colonia francesa de Santo Domingo, actual República de Haití. Am­bos, revolucionarios, participan en las luchas derivadas de la Revolución francesa de 1789. Juan Baillío acaudillaba el partido de los petits blancs y en su nombre luchó en la sociedad criolla, convulsionada por las peleas ideológicas en la colonia francesa. Se trasladó a París, donde se alineó con los jacobinos hasta sufrir deportación y cárcel. Se sabe que una vez liberado prosiguió en París su profesión de impresor, pero ante el triunfo de Na­poleón regresó a Santo Domingo, probablemente a fines de 1801. Ejerció en Los Cayos el oficio de impresor, y recibe en 1804 la ciudadanía haitiana. Hasta 1810 reside en Los Cayos, y en ese año se traslada a Caracas, donde instala en sociedad con Luis Delpech el taller de imprenta que gira con la razón social de "Juan Baillío y Cía", situado en la esquina del Palacio Arzobispal de Caracas. Probablemente su primer impreso es el Semanario de Caracas, periódico redactado por Miguel José Sanz y José Domingo Díaz. Se convertirá realmente en el impresor más importante de los documentos de la emancipación. La sociedad con Delpech se rompe en 1811 y figura solo Juan Baillío como impresor del Gobierno. A partir de febrero de 1812, parte del taller de Baillío se traslada a Valencia, la capital federal. Después de la capitulación de San Mateo, en julio de 1812, Juan Baillío permanece en Caracas, donde continúa su obra de impresor. Cuando el Libertador entra en Caracas, en agosto de 1813, como culminación de la Campaña Admira­ble, Baillío será el impresor del Gobierno, en Caracas y en Valencia. Ante las victorias de Boves, en 1814, Baillío emprende el camino de la emigra­ción. En 1815 está de nuevo en Los Cayos. En 1816 acompaña a Bolívar en su expedición y seguirá la suerte de las armas patriotas, primero en Margarita y luego en el Continente. Es el impresor de las proclamas de la Expedición Libertadora. Acompaña al ejército hasta el fracaso de Ocumare, el 14 de julio de 1816, donde la imprenta de Baillío es apresada por las fuerzas realistas. Se había sospechado que el famoso impresor había pere­cido en Ocumare, pero parece que hay rastros de su vida en Jacmel posterio­res al desastre (Cf. Paul Verna, Tras las huellas de Juan Baillío, "El Impre­sor de la Independencia". Caracas, 1966).