Boletín del Ejército Libertador de Venezuela. N° 4.
El fuego del Castillo, trincheras y buques de guerra, ha seguido en todo el día, aunque con algunos intervalos, pero siempre sin causar el menor daño a nuestras filas.
A las ocho de la noche, se acercó a la boca del río una cañonera, con el objeto de hacer agua; pero cayeron sobre ella los tiros de nuestras guardias avanzadas, y tuvo que retroceder inmediatamente.
A la media hora, y después de un profundo silencio, atacó el enemigo nuestra ala derecha con grandes descargas de artillería y fusilería, y todos los buques de guerra y Castillo dirigieron sus fuegos con la mayor viveza hacia nuestro flanco izquierdo; las tropas de la República estuvieron al instante sobre las armas, fueron reforzadas, y combatieron hora y media a pie firme, hasta poner en fuga los sitiados, haciéndoles pagar bien caro su temeridad; por nuestra parte no hubo más que un soldado levemente herido.
El fuego de la artillería ha continuado en la noche con mucha pausa.
La artillería de la vigía y de nuestra fortaleza ha hecho retirar de la bahía todas las embarcaciones, y se han alejado de modo que no nos ofenden sus tiros.
Dos bergantines de guerra amigos bloquean el Puerto, y les han quitado la comunicación por mar, único recurso que les quedaba para su retirada.
Acaban de echar a los mangles cien muías, que no pueden mantener por falta de pasto.
Se siguen montando las piezas que dejaron en todos los fuertes, y en breve las emplearemos en destruir completamente el corto asilo de las reliquias de los tiranos.
Cuartel General de Puerto Cabello, 30 de agosto de 1813, Tercero y Primero.
RAFAEL DE URDANETA.
* Archivo del Libertador, correspondencia oficial, fol. 4. Hoja suelta impresa en Valencia por Juan Baillío como impresor del Gobierno. Publicada poco después de elaborado el documento. Se insertó también en la Gaceta de Caracas N° III, correspondiente al jueves 9 de setiembre de 1813.
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