Al Jefe del Estado Mayor General.
Es tal la falta de subsistencias que hay por estos lugares, que sin asegurarlas positivamente no se puede exponer la marcha de ningún cuerpo. Este motivo obliga a S.E. a disponer que US. haga permanecer en Cúcuta al batallón Bogotá, hasta que adelantando un Oficial de extraordinaria actividad haya prevenido lo que debe comer en el tránsito a Estanques, y aun a Egido: pero que aunque S.E. haya dado las órdenes más exactas para preparar cuantos granos y demás haya, no hay una seguridad de estar recogidos, a lo menos hasta Estanques. No sólo para el batallón Bogotá se ha de observar esta medida, sino para todos los demás que en consecuencia de las órdenes de S.E. hayan de venir por esta dirección; cada uno debe adelantar un Oficial itinerario, con dinero suficiente para tener en las jornadas lo que ha de comer el ejército, sin cuya prevención morirían de hambre. S.E. insta por la venida del dinero de que hablé a US. ayer; que venga luego, luego, luego, pues su falta atrasa mucho la adquisición de los granos que han de recogerse de Egido hasta el Cuartel General por los que vendrán por retaguardia.
El Libertador manda que US. repita las solicitudes de dinero para el ejército a S.E. el Vicepresidente de Cundinamarca; que esta solicitud se reitera una y mil veces, porque sin dinero no adquiere nada el ejército. Este país está miserabilísimo y es menester conseguir la comida a precio extraordinario. Manda también S.E. que se repitan al Llano, tantas cuantas veces se pueda, las órdenes de remitir todo el ganado que se haya cogido, para que envíen muchas y muy repetidas cantidades para minorar los gastos, que son y deben ser extraordinarios, mientras no llega el ganado. A los comisionados con este fin, a los Jefes, a todo el que pueda mandar ganado escríbales US. para que lo hagan, y aun de los particulares mismos, que se comprará. Sobre este artículo quiere S.E. que US. no excuse órdenes continuas, porque a la falta de comida, (que se teme mucho), sucede naturalmente la disolución de los cuerpos. Si el batallón Bogotá, no puede mantenerse en Cúcuta, US. lo hará poner por compañías en los pueblos más inmediatos de la Provincia de Pamplona, hasta que teniendo prevenido en el camino hasta Estanques su mantenimiento pueda marchar. Las marchas serán lentas para conservar la tropa sin estropeo, de que resultan infinitas enfermedades; pero siempre tales que no molesten estos infelices pueblos con una permanencia más que necesaria.
Mérida, 3 de octubre de 1820.
PEDRO BRICEÑO MÉNDEZ
* De un impreso moderno. O’Leary, "Memorias"; tomo XVII, pág. 481.
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