San Cristóbal, mayo 24 de 1820.
Al señor General José A. Páez.
Por informes de personas respetables, y principalmente por los del señor Coronel Paredes, ha sabido S.E. el Libertador que el señor Coronel Iribarren, en lugar de propender a la introducción de ganado por cuenta del ejército para la subsistencia de éste, ha quitado hasta 600 reses del mejor que se había cogido por los comisionados del Gobierno.
Como al mismo tiempo se ha visto que llegan frecuentemente partidas enviadas de venta por él, se han confirmado los informes, y S.E., no solamente ha dispuesto que se tome por la Comisaría y no se pague el que conste sea del Coronel Iribarren, sino que me manda lo advierta a US., para que ponga, remedio conveniente a cortar este abuso, escandaloso por la falta de respeto al Gobierno, perjudicial y ruinoso al ejército y a los fondos públicos, y sobremanera vergonzoso para un oficial y mucho más para un Jefe.
También me manda S.E. diga a US., que tome el más vivo interés para que sigan inmediatamente con dirección a esta villa los 1.300 fusiles que sabe han llegado a Angostura y supone estén ya en el Arauca. Importa infinitamente que este armamento llegue a la mayor brevedad, y S.E. descansa confiado en la actividad y celo de US. para hacerlo venir volando sin demora alguna, y con todas las precauciones posibles, para que no se deteriore en la marcha por abandono de los conductores ni por mal acomodo.
Lo comunico a US. de orden de S.E., para su inteligencia y cumplimiento.
Dios, etc.
PEDRO BRICEÑO MÉNDEZ
* De impreso moderno, O’Leary, "Memorias", tomo XVII, págs. 193-194.
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