Guayaquil, 23 de julio de 1822 [1]
Al Excmo. señor Protector del Perú,
Don José de San Martín. Excmo. señor:
Tengo la mayor satisfacción en dirigirme a V. E. con el objeto de aventurar una indicación que puede ser de una grande importancia en el éxito final de nuestra contienda con la España.
Las cortes españolas se han determinado al fin de tratar con los gobiernos de América, y yo no puedo dudar que la independencia será la base de la negociación. Las cortes no debieron confesar cuales eran sus últimas intenciones, porque habría sido absurdo y no es tampoco la práctica de las naciones. Por esta consideración, yo creo que no tendremos dificultad alguna en hacer reconocer nuestros gobiernos si nuestra política es liberal con respecto a la España. Mucho debe importar a la existencia de la América el manejo de este negocio, que será probablemente una de las bases de nuestra existencia política.
Yo no sé si aprobará V. E. la idea que voy a proponer para que obtengamos el mayor efecto posible de esta negociación. Si los plenipotenciarios del Perú, Chile y Colombia se adunan en un punto dado para entenderse con los enviados de España, parece que tendría nuestra negociación un carácter más imponente, y sería de desear que si V. E. aprueba mi deseo no perdiésemos tiempo en hacer que los diputados del Perú y de Chile viniesen con los poderes necesarios para tratar sobre los preliminares de paz, que en esta vez no podrán ser más que simples proposiciones, no viniendo los enviados españoles autorizados para tratar definitivamente; pero en estas mismas proposiciones, parece que sería favorable el ponernos de acuerdo.
Yo no me atreveré a indicar a V.E. ni tampoco al gobierno de Chile cuales serán las verdaderas pretensiones del gobierno de Colombia con respecto a España. Sin embargo, puedo asegurar que por mi parte yo inclinaré a nuestro gobierno hacia la mayor generosidad compatible con nuestros intereses. La política mía es hacer la paz con todo decoro y dignidad, y esperar del interés de las demás naciones y del curso de los acontecimientos la mejora de nuestro primer tratado con España. V. E. me hará la justicia de persuadirse que yo no puedo en caso alguno permitir que se haga la más pequeña lesión a la gloria nacional y todavía menos a su verdadera prosperidad.
Los señores generales La Mar y Salazar y el vicealmirante Blanco podrán decir a V. E. cuales son mis sentimientos con respecto a los intereses de la América en esta parte. Estos ilustres jefes han tenido la bondad de encargarse de expresar a V. E. los testimonios de consideración y de respeto que profeso al carácter distinguido de V. E.; y siéndome permitido, como lo espero, dar una prueba de las impresiones favorables que me han inspirado estos señores respecto de V. E. y de ellos mismos, tengo el placer de asegurar que al acercarme al Perú, me hallo más fuertemente animado del deseo de conocer a V. E. y de emplearme en servicio de la nación peruana.
Soy de V. E. con consideración su atento servidor.
BOLÍVAR.
* De un impreso moderno. "Cartas del Libertador". (Fundación Lecuna), tomo III, págs. 251-252.
RSS 2.0