Pasto, 10 de noviembre de 1829.
AL SEÑOR GENERAL PEDRO A. HERRAN.
Mi querido general y amigo:
Con mucho gusto he recibido su apreciable carta de 22 del pasado, y quedo impuesto de todo su contenido.
Muy acreedor es Vd. como otros, a la gratitud nacional, y a que yo le tribute las gracias por el término feliz de la insurrección atolondrada del desgraciado Córdoba; reciba Vd. mil enhorabuenas por el buen resultado de los esfuerzos patrióticos que Vds han hecho.
El buen estado de la opinión pública de ese departamento se debe en gran parte a Vd, que ha sabido corregir con prudencia los extravíos que pudieron temerse en algunos pocos: no se canse Vd. de trabajar para uniformarla perfectamente, para que todos marchen en pos de la felicidad y bienestar de la patria.
Ha venido la ratificación de la paz por el Perú; y a la vez mil cartas de los ministros y personas más distinguidas de aquel país: todos han recibido esta paz como un acto grande, magnánimo por nuestra parte, así mismo lo ha dicho el gobierno y todos se disputan la ocasión de manifestarnos concordia y amistad.
No hay lugar para más: dos correos atravesados y un viaje me impiden ser más largo.
Adiós, mí querido amigo. Soy de Vd. de corazón.
Bolívar.
(*)Tomado del Repertorio Colombiano.
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