Pasto,10 de noviembre de 1829.
Al Señor José Larrea y Loredo.
Mi estimado amigo:
He recibido con sumo gozo la apreciable de Vd., la ratificación del tratado y las cartas inclusas de los amigos del Perú, que se muestran contentos por tan fausto suceso. El Perú se ha mostrado realmente generoso conmigo, y noble con Colombia, reconociendo nuestra moderación como generosidad y nuestra política como simple benevolencia. A Vd. se le debe todo en este negocio por lo cual le doy a Vd. las gracias más expresivas y también la enhorabuena por haberse rehabilitado Vd. y sus amigos por este acto de justa moderación.
El general La Fuente está loco de contento y se ha cubierto de gloria con su paz. Yo me alegro mucho de todo esto porque hemos triunfado de los enemigos haciendo bien al mismo tiempo: ésta es una victoria de Flores.
El Dr. Villarán me ha escrito, y déle Vd. mil expresiones de mi parte. Haga Vd. lo mismo con el Dr. Estenos, que también me escribió; haga Vd. lo mismo con Echenique y con López Aldána, a quienes amo muy cordialmente.
Contesto por esta vía al Sr. La Fuente y a los ministros Ribadeneira y Armas que me han escrito muy amablemente.
Ya Vd. sabrá la muerte del general Córdoba y la destrucción de toda su partida, que la mayor parte ha muerto y el resto de los individuos quedan heridos y prisioneros; la cosa ha sido completa, y O’Leary, que mandaba nuestras tropas, se ha cubierto de gloria.
Remito a Vd. una exposición de los ministros contra Córdoba; si Vd. quiere hágala publicar en Lima.
Mi marcha va bien aunque lentamente porque tengo mucho que despachar y ahora mismo se cruzan dos correos y mañana parto para adelante. Mientras tanto, quedo de Vd. su mejor amigo y afmo. servidor.
Bolívar.
(*)nota. —Es copia fiel del original, perteneciente a la señora María Francisca Ramos de Caballero. —Jorge Guillermo Leguía.
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