Trujillo a 9 de abril de 1824.
Al señor Prefecto Comandante General de la Costa.
Hoy he recibido comunicaciones del coronel Reyes, del 27 del pasado, en que participa que no ha podido aún cumplir con la orden de tomar todas las alhajas de oro y plata de las iglesias de la costa, como se le previno, porque no tiene tropas veteranas con que hacerse respetar y porque teme la defección de los pueblos.
Estos son todos pretextos frívolos y S. E. previene a V. S. que remita inmediatamente a Huaraz, a disposición del señor general Sucre, al coronel Reyes, al coronel Caparros, al coronel Franco, al mayor Martínez, que era gobernador de Chancay; porque todos son sospechosos, amigos de Tagle y enemigos nuestros.
Para que éstos no se escapen debe V. S. tomar las mayores precauciones.
S. E. se ha servido nombrar gobernador político de Supe al señor Manuel Fonseca, V. S. dará la orden para que se le ponga en posesión.
Haga V. S. mil, mil esfuerzos, por organizar perfectamente las guerrillas de Chancay, Sayán, Huacho y Barranca, aumentándolas y armándolas lo mejor posible. Estas partidas bien organizadas y bien mandadas por Jefes patriotas, son más que suficientes para mantener en seguridad toda la costa, pues no hay mejores defensores que los ciudadanos.
Haga V. S. mil esfuerzos por adquirir noticias de Lima, y por introducir en ella los papeles públicos que he dirigido a V. S. y que dirijo ahora, y comunique cuanto sepa de Lima con prontitud. La colección y remisión de las alhajas de oro y plata es muy interesante y muy necesaria antes que los enemigos vengan y las tomen.
S. E. recomienda mucho a V.S. que no permita en la costa a ningún sospechoso, sino que los remita a la sierra al señor general Sucre. El teniente coronel Fonseca y el capitán Villanueva son sujetos muy patriotas que le servirán a V. S. muchísimo.
El ejército nuestro está en el más brillante pie. Ya está todo en la sierra. El día 12 del presente marcha el Libertador para la sierra, y mañana una columna de mil colombianos que condujo el general Córdoba de Guayaquil; y estamos esperando de un momento a otro mil quinientos más, que ya habían llegado a Guayaquil.
Comunique V. S. a todos los pueblos las noticias para que sepan el estado militar de esta República sus esperanzas, y no sean engañados por los españoles que están esparciendo mil mentiras.
Dios guarde &.
[JOSÉ GABRIEL PÉREZ]
* De un copiador de Secretaría. Archivo del Libertador, Sección O’Leary, Tomo 36, folios 129 al 130.En Memorias del General O’Leary, Tomo XXII, pp. 214-215, está el mismo documento con fecha de 1823, cuando en realidad es del año 1824.
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