Caraz, 22 de mayo de 1824.
Al Intendente de Guayaquil.
El puerto de Huanchaco casi único del Perú libre, está expuesto a los insultos de los piratas que infestan las costas, y los buques extranjeros que concurren a él, no cuentan con la más pequeña seguridad, y aunque se ha montado una batería de dos cañones de a cuatro, los barcos fondean a tanta distancia que un tiro no alcanza a cubrirlos. En consecuencia dispone S.E. el Libertador que en el momento que V.S. reciba esta orden, proceda al equipo y apresto de una lancha cañonera de las nuestras en esa ría, que al mando de un oficial bueno y de toda confianza, y bien tripulada, venga a lo largo de la costa al puerto de Huanchaco para que sea empleada en el interesante servicio de protegerlo, asegurar nuestro comercio y comunicaciones marítimas. Quiere pues S.E. que esta lancha venga volando, si es posible al puerto de Huanchaco, para lo cual puede V.S. arbolarla en la forma de balandra.
Dios guarde, &.
[JUAN SANTANA]
* De un copiador de Secretaría. Archivo del Libertador, Sección O’Leary. Tomo 36, folio 353 recto.