Guayaquil, 13 de septiembre de 1829.
AL SEÑOR GENERAL DANIEL FLORENCIO O’LEARY.
Mí Querido General:
He recibido su apreciable carta de Vd. de agosto, sin día, en que me habla de las elecciones y de lo bien que le han parecido a Soublette las opiniones de Vd. sobre gobierno.
Vd. desea saber mi opinión y se la mando en ese borrador que no he acabado ni corregido, porque Martel se ha ido en calidad de enfermo. Lo esencial de mi opinión está manifiesta en esa carta, que al fin tendrán que seguir, pésele a quien le pesare. Yo no puedo hacer más de lo que he hecho. Estas expresiones deben tomarse al pie de la letra.
Me alegro que las elecciones sean buenas, para que este Congreso corte el nudo gordiano.
Véase Vd. con el General Urdaneta, y le contará cosas interesantes. Vd. puede leerle mi borrador.
Ha venido el Señor Larrea de Ministro del Perú a tratar de la paz, y nos ha referido todo lo que sabemos y algo más.
Viene en calidad de amigo y a rogar que hagamos gracia al Perú.
La elección de este individuo nos embaraza bastante; lo peor es que la indicación fue hecha por Demarquet creyéndolo hacer mejor. Nosotros pediremos lo esencial, y no dejaremos de hacer una paz regular, pero muy moderada, porque no hay tiempo para reclamos con 9.000 hombres que nos comen el alma, siendo las remesas de Bogotá muy pequeñas, y todas se quedan, en Quito, porque dicen que están muy pobres por allá, como si en Azuay y Guayaquil hubieran los peruanos dejado mucho dinero y no estuviesen desolados por la guerra.
Gamarra es Presidente y La Fuente Vicepresidente Provisorios del Perú. Todo el mundo teme allí nuevas revoluciones. El mensaje de La Fuente es excelente y habla de las defecciones de los departamentos del Sur. Este General se conduce muy bien con nosotros y Santa Cruz lo mismo. El General Gamarra hace otro tanto, mas con moderación, no sé si de buena fe. En Bolivia van bien. Santa Cruz es Legislador y Jefe absoluto, lo que no es bueno de ninguna manera, tanto más cuanto que nadie le ha dado este poder; además sus reformas no son muy acertadas.
De Buenos Aires no se sabe nada y Chile sigue bien.
Yo estoy cada día más descontento con las gentes que Vd. bien sabe. No hay cohesión en esta República. Yo me mato en balde y tontamente y lo mismo mis amigos. Mejor será cortar el lazo de horca en que estamos colgados como extranjeros. Yo no quiero sufrir más. Se acabó todo para mí. Mi borrador dice cuanto yo pienso. Vds. deben resolverse a pasar por el trance, no hay remedio.
Soy de Vd. de corazón.
BOLÍVAR.
(*)El borrador a que se refiere, fechado el 8 de septiembre se halla comprendido en la carta que sigue, de la misma fecha de la presente.
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