Guayaquil, 10 de septiembre de 1829.
AL SEÑOR ESTANISLAO VERGARA.
Mi Querido Amigo:
Al cerrar mi anterior del correo pasado recibí la de 29 de julio, y que ahora voy a contestar, como le ofrecí a Vd., por una adición en aquélla.
Me es sumamente agradable ver a Vd. y a mis amigos tan sobrios con la afortunada elección que en lo general ha resultado, y con que esperan asegurar una buena mayoría para el Congreso Constituyente. Creo como Vds. que conseguiremos por fin el mejor Congreso que puede instalarse en Colombia, y sólo esta idea me hace también gustar de una esperanza halagüeña, por que ciertamente es de esperarse que un cuerpo tan selecto como ese, podrá hacer el mayor bien posible en nuestras actuales circunstancias. Por mi parte sólo podré ayudar a Vds. Con mis consejos y con mi influjo y de la manera que sea más conveniente, púes el miserable periodo de cuatro o seis años, que será lo que me resta de vida, no es para ofrecer otra cosa, ni Vds. pueden esperar más de mi.
De oficio sabrá Vd que ha llegado el negociador del Perú, y que éste es amigo íntimo, sabrá Vd también todo lo que hemos podido descubrir.
Consultamos con el Señor Gual si se podía poner la fecha en Bogotá cuando estábamos en Guayaquil, y nos aconsejó que pusiéramos la fecha de aquí. Se borró el pergamino y se puso la verdadera fecha.
Quedo de Vd su afectísimo amigo de corazón.
BOLÍVAR.
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