Guayaquil, 26 de agosto de 1829.
EXMO. SEÑOR GENERAL DON ANTONIO GUTIÉRREZ DE LA FUENTE.
Muy Estimable Amigo:
He tenido la complacencia de recibir la apreciable de Vd. de 8 del que rige. Por ella y por los informes que a la voz me ha dado mi edecán Demarquet me he instruido de las causas que compelieron a Vd. a encargarse de la ejecución del juicio nacional pronunciado contra la pasada administración, y de las medidas tomadas por el actual gobierno para llevar al cabo el nombramiento y envío de los comisionados diplomáticos que deben ocuparse próximamente de la celebración de los tratados pendientes. Siendo ésta una medida de salud para ambas repúblicas, la del Perú no podrá menos de reconocer en Vd. la mano bienhechora que le proporciona el goce de la paz; y Colombia hará siempre justicia a los nobles sentimientos que animan a Vd. y a sus dignos colaboradores.
Doy a Vd. particularmente las gracias por las distinciones que ha tenido la bondad de dispensar a mi edecán Demarquet, que ciertamente han excedido a las que eran de esperar en la actual crisis y por la naturaleza de su comisión.
El Señor Castro, dador de ésta, es el primer negociante de Colombia que, después de los disturbios políticos, se atreve a dirigirse a Lima, adonde sus negocios particulares y mercantiles lo llaman con urgencia. Si estuviese perfectamente concluida la paz entre ambas naciones, seria superfluo hacer una recomendación especial del Señor Castro, pero temeroso éste de que pidiera interpretarse su ida al Perú a miras siniestras, me ha interesado para con Vd como lo hago por medio de ésta en obsequio de este honrado ciudadano.
Me es grato reiterar a Vd. mis anteriores protestas de amistad y perfecta consideración con que soy de Vd. cordial amigo.
(*)Reproducida en la "Gaceta de Colombia" N º 442, del domingo 6 de diciembre de 1829.
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