Bucaramanga, a 3 de junio de 1828.
Al señor doctor J. M. Restrepo.
Mi estimado amigo y señor: Han crecido mi respeto y estimación para Vd. con la lectura de la Historia de Colombia. Esta es una de aquellas obras que producen efecto y que causan rivalidades, pero que refiriéndolas a la posteridad ésta se encarga de lavar las manchas de la calumnia. Yo me coloco allá, y animado del sentimiento de la justicia de que me siento arrebatado, pronuncio: "El autor ha procurado acercarse a la verdad y la ha publicado con intrepidez. Si ha sido indulgente alguna vez con sus amigos, no por esto ha sido parcial con sus contrarios; y si se ha engañado, esto es del hombre. Discúlpanle los errores involuntarios en que ha caído, la buena fe con que ha solicitado los hechos y la sagacidad con que los ha juzgado. Sus sentencias son severas contra los que han cometido el mal, y su benevolencia hacia los buenos es una prueba irrefragable de la rectitud de sus principios. Quéjense en vano los agraviados, que yo absuelvo a Restrepo de la mala fe que se le imputa; pero tengo un cargo que hacerle: es la severidad contra Madrid, que fue más desgraciado que culpable y más digno de alabanza que de vituperio, porque una vida entera cubre un momento de flaqueza. Su encargo fue presidir los funerales de la patria".
Yo daría este voto con la imparcialidad de amigo reconocido, pues que Vd. me ha tratado con esta misma imparcialidad benévola. Ambos tenemos hasta cierto grado infinita razón, pues que no nos apartamos de la menor parte de los hechos, y si los otros los miran de otro modo no es culpa nuestra.
Vd. posee el buril de la historia, sencillez, corrección y abundancia. Confieso que me ha parecido la obra de Vd. superior a todo lo que me había imaginado: y cuando Vd. dé una nueva edición en Caracas, donde hay una excelente imprenta, después de haber oído la opinión pública y las alegaciones de los resentidos, dará Vd. un grande ejemplo de justicia y moderación, si a ella agrega Vd. notas o correcciones. Si yo estuviera en el puesto de Vd. haría esto, suplicando al público para que le ilustre, protestando en este aviso que Vd. no responderá a nadie sino con las pruebas de su imparcialidad. Un papel de esta especie, compuesto con sencillez y sagacidad, puede producir un grande efecto. Desde luego preveo que el público imparcial estará por Vd., y yo supongo que Vd. habrá presentido que a nadie se le castiga impunemente, y por lo mismo estará preparado a todos los ataques de la venganza. Nadie es grande impunemente; nadie se escapa al levantarse de las morelidas de la envidia. Consolémonos, pues, con estas frases de crueles desengaños para el mérito.
Ofrezco a Vd. mi estimación y aprecio.
BOLÍVAR.
*Del texto dado por Blanco-Azpurúa, “Documentos para la historia de la vida pública del Libertador”. .. XII, p. 569. Se dirige al Dr. José Manuel Restrepo (1781-1863), a la sazón Ministro de lo Interior, para agradecerle el envío y dedicatoria de su “Historia de la Revolución de Colombia”, que había publicado en París, en 1827. Elogia la obra, pero le protesta del trato que en ella da a José Fernández Madrid (1789-1830), en los sucesos de 1816. Para el destinatario, véase: doc. No 129, nota principal. Para Fernández Madrid, véase: doc. No 220, nota principal.
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