Samborondón, 20 de junio de 1829.
AL SEÑOR GENERAL DANIEL F. O’LEARY.
Mí querido general:
He leído con mucho gusto sus dos apreciables cartas de Vd. del 17 y 15 de mayo último; el contenido de ambas me ha parecido muy importante.
Hemos entrado aquí el 16 y mañana iremos a acampar muy cerca de la ciudad. Aunque los Peruanos tenían más de 800 hombres y sus lanchas en este punto no se atrevieron a defenderlo. Entre muertos, heridos y dispersos han perdido 150 hombres, la carta que escribo al general Urdaneta impondrá a Vd.de todas las noticias del Sur y del Perú, pero no debo dejar de decir a Vd. cual ha sido la suerte de La Mar. Gamarra lo ha mandado a Guatemala, después de haberse apoderado del mando. La Fuente está de acuerdo con Gamarra y se halla en Lima con su División. Necochea, Prieto y algunos otros Jefes han dejado a Guayaquil y marchándose para Chile. El Coronel Benavides manda las tropas Vd. vera su nota y conocerá el estado de aquella gente y los deseos de Gamarra con respecto a la paz, conmigo y con Colombia. El me convida a un Armisticio y a que envié mis comisionados a Gamarra. Este Benavides ha sido siempre adicto mío puede Vd. venirse por acá y traerse a su familia, aunque mis deseos eran que estuviese Vd. en esa capital para cuando se instalare el Congreso Constituyente además de que bien poco tendrá Vd. que hacer, porque todo este mes entraremos en Guayaquil y es muy probable que muy pronto se haga la paz con el Perú y entonces regresare a Bogotá y en este caso teniendo Vd. que seguirme, no sé qué es lo que hará Vd. con su familia por estos países con respecto a su separación de mi lado no creo que hará Vd. bien tampoco, en fin Vd. pensara lo que debe hacer pero yo veo esto muy embrollado.
El general Urdaneta le dirá a Vd. lo demás; pero esté Vd. seguro que todo va perfectamente en el Sur.
Póngame a los pies de su señora y créame su afmo. de corazón.
BOLÍVAR.
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