Baba, 13 de junio de 1829.
AL EXMO. SEÑOR GENERAL EN JEFE
JOSÉ ANTONIO PÁEZ, etc., etc., etc.
Mí querido general:
He recibido la apreciable carta de Vd. cuyo contenido me ha sido muy agradable. Llegué aquí ayer. En esta población está el ejército del general Flores, y en Samborondón, cerca de aquí, existe el ejército enemigo.
Desde que he llegado estoy examinando el estado de las cosas y la naturaleza de las noticias que tenemos diariamente; hasta ahora no he podido formar un juicio ni aproximado siquiera. Lo haré luego, y no dudo que el resultado de la campaña será feliz.
Necochea ha sacado sus tropas de Guayaquil para Samborondón, como he dicho ya. Antes de ayer iban a atacar a la boca de Baba, adonde tenemos 500 hombres y los esquifes, pero parece que se han detenido por la noticia de mi llegada. Cuando los busquemos no dejarán de irse a encerrar en Guayaquil.
Si viniera la escuadra todo estaba hecho, como lo sabe todo el mundo. Dicen que los enemigos tienen muchos enfermos. Nosotros los tenemos también, porque la estación es fatal y hasta el mes de agosto no mejorará. Por lo mismo, estamos resueltos a obrar con las tropas que tenemos aprovechando el tiempo antes que se nos disminuyan nuestras fuerzas. Pronto tendremos el resultado.
Las tropas están en muy buen estado, y con deseo de terminar la guerra. Mientras tanto la sierra está cubierta con ocho cuerpos, porque no dejan de hablar de invasión por dicha sierra, pero como se refieren cuentos de brujas: sin embargo, he tomado todas mis medidas para evitar lo que es posible.
Soy de Vd. afmo. amigo de corazón.
BOLÍVAR.
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