Cuzco, 30 de junio de 1825.
Al Ilustrísimo señor Obispo del Cuzco.
S.E. el Libertador dispone, que para evitar las exacciones injustas de que se quejan los miserables indígenas con relación a sus párrocos, y para uniformar la cuota que cada cura deba percibir por las fiestas y entierros, que son los únicos actos de su ministerio que exigen recompensa pecuniaria, se sirva V.S.I. reunir en el palacio de su habitación los sacerdotes que designa la adjunta nómina, para que con acuerdo de ellos y la sanción de V.S.I. se arregle este punto de disciplina eclesiástica, que por tener una tendencia directa con el derecho de propiedad, debe ser mirado, y discutido con toda la madurez e imparcialidad que demandan la religión y el orden social, que no miran a otra cosa que a la felicidad del género humano.
S.E. espera que V.S.I. tomará en este negocio el mayor interés, como ciudadano y como primer ministro de una religión que es pura en su origen, y en sus consecuencias.
[FELIPE SANTIAGO ESTENÓS]
* De un copiador de Secretaría. Archivo del Libertador, Sección O’Leary, tomo 38, folio 83 recto y Vto. También se halla este documento en: Memorias del General O’Leary, tomo XXIII, pp. 215.
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