Al Teniente Coronel Juan Antonio Romero.
Antes de ahora ha prevenido a U. el Libertador que entra en sus planes y deseos el que se conserve a todo trance en poder de las armas de la República, la capital de Barinas. Las razones que movieron a S.E. a librar aquella orden, no solamente subsisten, sino que han recibido nueva fuerza y urgencia; porque estando al concluirse un armisticio general con el enemigo, conviene sobremanera que poseamos esa ciudad, así por la facilidad que ella nos da para las comunicaciones, como por los recursos que sacará de ella el ejército, y de que conviene privar al enemigo. S.E. pues, manda que reitere a U. la orden anterior de que se conserve la ciudad de Barinas a todo trance, y que si para conseguirlo necesitare U. algún auxilio, lo pida inmediatamente al señor General Páez. S.E. descansa en la confianza de que quedará cumplida esta orden.
Dios, etc.
Trujillo, noviembre 19 de 1820.
PEDRO BRICEÑO MÉNDEZ
* De un impreso moderno. O’Leary, "Memorias"; tomo XVII, páes. 565-566.