Pativilca, enero 10 de 1824.
Al señor General Bartolomé Salom.
Por el señor Intendente de Guayaquil ha sabido S.E. el Libertador haberse descubierto en Quito en la noche del 7 de diciembre una conspiración contra el Gobierno y a favor de los españoles, que algunos de los conspiradores quedaban presos, y que quedaban sumariándose para descubrir las ramificaciones de este desagradable atentado.
Ningunos cuidados ha dado a S.E. porque, primero S.E. conoce la extensión del patriotismo de los habitantes de Quito; segundo: porque ha sido descubierta la conspiración en tiempo; tercero: porque en ella sólo estaban comprendidos los godos, y cuatro: por estar V.S. a la cabeza de ese departamento y en aptitud de oponerse a los resultados que pudieran sobrevenir.
S.E. me manda decir a V.S. emplee las medidas más eficaces para inquirir los factores de este crimen, y que en consecuencia les aplique la pena a que la ley los condena.
Ningún sospechoso debe quedar en el país, mucho menos los desafectos al sistema. Ninguna medida de precaución y de seguridad debe omitirse. La salud y tranquilidad de los pueblos es la suprema ley.
Dios, etc.
[JOSÉ GABRIEL PÉREZ]
* De un copiador del Archivo del Libertador, Sección O’Leary, Tº XXI, parte primera, Fº 99.