Cuartel general en Pativilca, 9 de entro de 1824, 14º [1]
A la Corte Superior de Justicia del Distrito del Sur.
Excmo. señor:
Acaba de llegar a mis manos una circular de la ilustre municipalidad de Quito, del 19 de agosto del año pasado, en la cual se dice con referencia a los señores Miño, Guerrero y Chiriboga que el manejo de la autoridad pública de ese departamento es arbitrario y vejatorio.
Este libelo ha sido fijado y circulado en todo el departamento por dicha municipalidad. Y siendo yo la principal autoridad que lo ha obrado todo y lo ha dictado todo, me quejo de agravio ante V.E. y pido se obligue a la municipalidad (a) que justifique sus asertos, o de otro modo que sea castigada conforme al rigor de las leyes.
Nombro para que represente mi parte al señor coronel Vicente Aguirre.
Dios guarde a V.E.
BOLÍVAR
Archivo Nacional de Colombia, Negocios Judiciales, La República, tomo IV (K, IV, 36).
* De un impreso moderno; "Cartas del Libertador" (Fundación V. Lecuna) Tº IV, pág. 18.
Notas
[1] Este documento encabeza los autos en el proceso iniciado por el Libertador contra la municipalidad de Quito. Según se desprende de los mismos, fue presentado a la Corte el 7 de febrero siguiente por el general Bartolomé Salom, en ese tiempo Jefe Superior del Sur. Por consiguiente, era bien Salom el destinatario de la carta del Libertador fechada también en Pativilca a 9 de enero de 1824 que se había publicado en O’Leary, XXIX, pág. 373 como dirigida a él y que luego el Dr. Lequna recogió en Cartas del Libertador, tomo IV, págs. 11-12, suponiéndola dirigida a Vicente Aguirre. T. XII, p. 285.
Posteriormente hemos encontrado en el Archivo del Libertador, Sección Juan de Francisco Martín, Tomo VII, folio 4, la siguiente carta del Coronel Aguirre para Bolívar, en la cual se refiere al libelo de la Municipalidad de Quito y a la carta falsificada que le han atribuido, prueba de que la carta del 9 de enero marcada con el número 1.036, es para dicho coronel.
Quito, 7 de noviembre de 1823. — Mi respetable General y Señor:
Correos pasados escribí a V.E. acompañándole una de las copias que esta Municipalidad mandó fijar en todos los lugares públicos, y en la que sonaba con tan poco acatamiento el respetable nombre de V.E. Varios de sus individuos saben que yo la arranqué con sumo disgusto para remitirla a V.E. y al General Santander. Entre ellos el inmoral, el malvado Pineda juró a todo trance y por cualquier medio desahogar su venganza.
Aprovechó de la salida que hice a los Cantones del Sur el 23 de setiembre para traer como lo verifiqué, reclutas que reforzarán la División que debían obrar sobre Pasto. Me suplantó mi letra para fingirme una carta a un Godo que yo arresté sin orden de V.E. ni de nadie, y que yo mismo lo remití a Guayaquil para que saliera de la República como se verificó: este se llama José María Galarraga. Como el plan era sorprender el ánimo de V.E. por esta maquinación contra mi, pues creían que era el flanco para atacarme con el conocimiento que ellos tenían del disgusto que V.E. tuvo en Guayllabba, con los asuntos de mi hermano, y de cuya calumnia ellos mismos fueron los autores, trataron de guardar una suma reserva; y no ha llegado la impostura a mi noticia, sino ahora cuatro días. En consecuencia presenté al General Salom el memorial que en copia tengo el honor de acompañar a V.E. Pineda ha presentado la carta original, que por fortuna, y porque tan horrendo crimen la Providencia no permite quedar impune, se halla tan mal imitada mi letra, que ni aún se parece, según el cotejo que se ha hecho con todas mis cartas y notas de Secretaría por el General, el Secretario y muchas personas. He pedido que se haga el reconocimiento por tres Escribanos. Creí se evacuara ayer para remitirlo hoy por el presente correo a V.E. El General no lo ha podido por las ocupaciones de correo; pero en el siguiente irá todo para que V.E. vea las arterías de que son capaces estos infames. Se me ha dicho que han remitido a V.E. una copia de la carta. Si así fuese, espero que V.E. mande como yo lo voy a pedir mañana que al culpable se le aplique la ley con todo su rigor.
Tengo mucho cuidado por la dispersión de Stra. en razón de los Batallones Pichincha y Vencedor, que por lo demás yo tengo la extravagancia de creer que tal vez el mal sea un bien porque Riva Agüero está apoyado en él, y yo temo más la guerra intestina que la de los Godos.
Soy, mi General con el mayor respeto su más apasionado y atento servidor, Q.B.S.M.
Vicente Aguirre
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