Pativilca, enero 1º de 1824.
Al señor Coronel Tomás de Heres.
S.E. el Libertador acaba de recibir comunicaciones del Supremo Gobierno, del 28 de diciembre último; y comparando los documentos con que el Ministro ilustra su nota relativa a los suministros hechos al batallón Vargas, con la exposición y quejas de V.S. sobre la falta de subsistencia y equipo hasta el extremo de tener que comerse la tropa los cueros; S.E. se halla en la mayor perplejidad en esta materia. El Libertador espera que V.S. le informe con la última claridad sobre estas ocurrencias, pues es inconcebible como gime de hambre extremada y de miseria un cuerpo a quien se dice haber racionado en más abundancia que en tiempo de los españoles y ascender el valor de la arción diaria a 2 reales y siete octavos.
S.E. tendrá que permanecer aquí tres o cuatro días, a consecuencia de haber experimentado por la marcha una irritación general a que debe atender, ya que por la retirada de los españoles no es tan momentáneamente urgente su presencia en la capital.
Desea también saber S.E. el Libertador la causa por qué el batallón Vargas permanece en la guarnición del Callao a pesar de las órdenes de S.E. La parte del batallón Istmo que se reembarcó en El Callao, se encuentra en este pueblo. El Teniente Coronel Elizalde [1] y los piquetes que sacó del Callao han marchado hacia Huarás [2].
Dios etc.
[JOSÉ GABRIEL PÉREZ]
* De un copiador del Archivo del Libertador, Sección O’Leary, T° XXI, parte primera.
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