José de Cúcuta, mayo 3 de 1813 - 3".
Ciudadano Cecilio de Castro. Mi estimado amigo:
Accediendo a las vivas y eficaces instancias que Vd. me hace en sus apreciables del 28 del pasado a favor de los ciudadanos Francisco Jácome [1]] y Agustín Núñez, escribo con esta fecha al Corregidor de esa ciudad, [2]] relevándoles cualesquiera otra pena que no sea las pecuniarias, a que únicamente ha quedado reducido su castigo.
Al mismo Corregidor ordeno que me remita a la mayor brevedad las cantidades que hayan satisfecho para ocurrir con ellas a los crecidos gastos del ejército restaurador de la libertad, que tengo la gloria de mandar. Sírvase pues Vd. poner a disposición de dicho señor la que me dice se tiene en su poder perteneciente a Núñez, para que le dé el más pronto cumplimiento a mi citada orden.
Queda de Vd. con la mayor consideración, Su afmo. amigo Q.B.L.M.
SIMÓN BOLÍVAR.
* De un impreso moderno. Vicente Lecuna (Simón Bolívar, Obras Completas, I, pp. 53-54), al dar el texto de esta carta dice que su original pertenece al Sr. B. Matos Hurtado, de Bogotá. La Comisión no ha podido examinar el original. El destinatario era un sacerdote natural de Ocaña, quien había abrazado la carrera eclesiástica luego de enviudar. Mediante un documento firmado por él se sabe que era partidario decidido de la causa patriota y que por tal motivo estuvo confinado veinte meses en Santa Marta, hasta fines de 1812, cuando regresó a Ocaña. A poco entró Bolívar en esta ciudad, y el presbítero Castro fue uno de sus más eficaces colaboradores, como Vicario interino de aquel Partido. Tenía estrecha amistad con el doctor Miguel Ibáñez y su esposa Manuela Jacoba Arias de Ibáñez, padres de Nicolasa, casada ésta con Antonio José Caro. Además, una de las hijas habidas por Castro en su matrimonio estaba casada con un hermano de Nicolasa, tal vez Pedro Alcántara Ibáñez. En 1816, el Padre Castro fue desterrado de nuevo por los realistas.
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